El Concello de Arteixo acaba de sacar a concurso público una obra con la que se ampliarán los equipamientos públicos de los que pueden hacer uso los vecinos de Vilarrodís. Se trata del centro social, que acaba de salir a contratación. El inmueble se situará en un terreno al lado de la escuela infantil ya existente y servirá para que los propios alumnos de este centro realicen actividades y los residentes también lo utilicen como espacio de referencia para los servicios municipales. El Concello destina un presupuesto máximo de 989.999 euros para la ejecución de estos trabajos.
La licitación llega con un ligero de retraso respecto a los plazos que ofreció el Ejecutivo local el pasado año. La intención era que el concurso público hubiese arrancado el pasado enero y que las obras comenzasen en julio. Los trámites para contratación de la actuación acaban de comenzar esta semana.
La justificación que ofrece el Gobierno local para acometer esta obra es que “no existe un equipamiento de centro social” ni “espacio de reunión que sirva a los vecinos para realizar actividades, reuniones y actos como un complemento a las demandas de los usuarios de la escuela infantil existente”.
El edificio se distribuirá casi en su totalidad en planta baja, aunque habrá una pequeña entreplanta de instalaciones en la fachada norte con almacenes y despachos de personal que se engloba en la misma volumetría que el resto de la planta. La superficie que tendrá este equipamiento rondará los 600 metros cuadrados.
El acceso del público al centro social se realizará por la parte media del edificio que da al eje de circulaciones y espacios comunes y que está controlado desde recepción para informar y controlar el paso al resto de zonas del edificio. Contiguo al acceso se dispondrán el control así como los despachos reservados a servicios del Ayuntamiento que estarán a disposición de los vecinos.
El centro cívico y la escuela estarán conectadas mediante un pasillo, dejando las aulas en la fachada sur y los despachos, servicios y resto de estancias en la fachada norte. El proyecto recoge que esta actuación debe dar soporte “a las necesidades que no puede cubrir en la actualidad la escuela, como es el servicio de comedor y cocina y a la vez dar servicio como centro social a la comunidad”.
