La Opinión de A Coruña

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Castrexos y romanos regresan a Cambre

Recreaciones, mercado y animaciones se suceden hasta hoy a la noche en la Galaicoi

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Castrexos y romanos regresan a Cambre Víctor Echave

¡Fuera los romanos! ¡Fuera los romanos!”, clamaban unos pequeños castrexos, armados con espadas y escudos de madera, a su paso ante la iglesia románica, de camino al campo de batalla en el que legionarios del imperio se batieron en duelo con habitantes del castro de Cambre, el Parque da Igrexa. Minutos después, sentado en un banco, uno de ellos lamentaba, antes del fin de la escaramuza: “Ganaron los romanos”. La lucha fue una de las múltiples representaciones que acogió este sábado la capital cambresa en la feria castrexo romana Galaicoi, que continúa el domingo.

La iniciativa combina, un año más, y ya van cinco, la programación lúdica con el rigor histórico. Prueba del cuidado de los detalles la dan los legionarios de la Cohors III Lucensium, de la Asociación de Recreación Histórica de Lugo, que protagonizan las evocaciones al pasado cambrés. Enfrente, la asociación Castronela de Friol, que encarna a los autóctonos ultrajados por el imperio de Roma.

Castrexos, este sábado, en la Galaicoi, en Cambre. Víctor Echave.

Llevamos la armadura que llevaban los legionarios, tal cual. El cíngulo, cinturón que protege también las partes nobles; el gladius [espada], el focale [pañuelo al cuello] y las caligae [sandalias] iguales que las originales, salvo porque antes llevaban tachuelas en la suela y ahora, como andamos por adoquines, no se las ponemos”, explica el legionario Javier Núñez, de la asociación lucense, junto al soporte para colgar las loricas o armaduras y mientras el jefe de la legión, médico en la vida real, explica el instrumental que tiene en su tienda médica. Tiendas y pieles de animales visten el campamento romano, ubicado en el antecastro. El águila imperial, con las alas desplegadas, podía verse en el campamento de los legionarios, además de una reproducción de un jabalí y útiles propios de la época.

Unos metros más arriba, ya en el recinto del castro, pequeños castrexos se iniciaban en la esgrima y una niña completaba con éxito una prueba de equilibrio incluida en el Campionato Castrexo para nenos. Dos columnas de apariencia marmólea marcan la entrada al mercado. Puestos de infusiones, bolsos, joyas, jabones artesanos, juguetes de madera o cerveza artesana pueblan la calle que conecta la iglesia con el campamento romano y el castro.

El viaje a través de los siglos continuará hoy. A las 11.00 retomarán su actividad el mercado y el campamento romano. Representaciones, talleres, desfiles y espectáculos se sucederán todo el día del domingo. Habrá sesión vermú y una función teatral pondrá el broche a las 21.00 horas.

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