La Opinión de A Coruña

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Rúa do Souto: dos años para una obra ‘gafe’ con unos acabados “toscos” y con estética “árida”

Licitada hace casi dos años y con demoras por postes y mal estado de tuberías, abre al tráfico pero sin recepcionar ni estar pintada

Muro de contención, con restos de obra. | // L.O.

Comparar una obra con “la del Escorial” es un tópico habitual cuando tarda mucho en terminar. Los residentes en el entorno de la rúa do Souto, que une A Ferrala con el centro de Santa Cruz, lo repiten mucho pero la realidad les avala: la ampliación de la calzada y la mejora de la seguridad vial y los servicios se licitó en octubre de 2020, hace casi dos años. Se abrió al tráfico hace unos días y los coches circulan por ella pero está sin pintar, sin delimitar carriles ni aparcamiento junto a las aceras, lo que supone un “peligro” según alertan los vecinos y vecinas.

Acera en pico y acabado del asfalto. | // L.O.

La rúa do Souto se abrió al tráfico pero sin la señalización horizontal porque la Diputación, la que contrató esta obra al ser una vía provincial, aún no ha recepcionado la obra. Falta pintar y según fuentes del organismo provincial, se realizará cuando haya unos días seguidos de buen tiempo. Ha sido una de las obras más largas que se recuerdan, con varios retrasos y paralizaciones: esperas para la retirada de los postes de luz y teléfono durante meses; o el parón cuando se descubrió que las tuberías de agua municipales estaban en muy mal estado y había que poner todo nuevo.

Escalera de peldaños incómodos y sin accesibilidad. | // L.O.

Los residentes, al abrir la vía, enumeran un listado largo de deficiencias. Consideran que la obra “era muy necesaria y está mejor ahora que antes”, tiene el doble de ancho y tiene muros de contención en taludes de tierra que se desmoronaban cada vez que llovía, por ejemplo. Pero se quejan de acabados “toscos” y de una estética “árida”.

“Las aceras son feas, de esa bituminosa como la carretera, y no queda bonito para una entrada al núcleo de Santa Cruz. Con el espacio que hay ahora, apenas hay cuatro árboles. La esquina de la rúa Arandeira tiene una acera triangular que los coches van a chocar ahí todos los días”, señala un vecino de la zona.

Residentes alertan también del impacto de los muros de contención de hormigón, con huecos sin rematar y de las escaleras que unen la rúa do Souto con Chorima, de “peldaños demasiado pequeños”, y sin rampa, sin accesibilidad. Alertan de “rebajes insuficientes” en aceras para entrar en algunas fincas, falta de visibilidad en una curva en la salida de un garaje al poner aparcamiento en línea o el mal aspecto del cemento para tapar alcantarillas y registros en el asfalto.

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