Isla de Santa Cristina: castro, cetárea y la pasarela frustrada

Este islote de menos de mil metros cuadrados es zona de paseo y relax con vistas

Escollera que ejecutó Costas a la izquierda y, a la derecha, el islote de Santa Cristina.

Escollera que ejecutó Costas a la izquierda y, a la derecha, el islote de Santa Cristina. / I.R.

La isla de Santa Cruz, con su castillo y su pasarela de madera que la une a tierra, es la más conocida. Pero la playa de Santa Cristina en Oleiros también tiene su isla, más bien islote, de poco más de mil metros cuadrados, frente a los once mil de la de Santa Cruz. Es apenas un pequeño promontorio con vegetación, accesible con marea baja, con un reguero de rocas que lo unen a tierra bajo la arena. El vuelo americano de los años cincuenta muestra este islote también con densa vegetación y entre él y la tierra firme aparece un recinto delimitado por cinco paredes. Según destacó en su día Costas de Galicia, se trata de una antigua cetárea que comenzó a construirse pero que no llegó a terminarse.

Imagen aérea actual, con el islote y uno de los diques.  | // I.R.

Imagen aérea actual, con el islote y uno de los diques. / I. R.

Antes de que alguien intentase aprovechar este espacio entre tierra y el islote como piscifactoría, en este islote existió un castro. Figura en el libro que realizaron los arqueólogos y profesores Beatriz Comendador, Joaquín Ferrer y Santiago Vázquez en 2009, publicado por Trifolium. En este volumen describen en islote como un “istmo y promontorio rocoso (pequeña isla)". Estos expertos señalan que en la parte superior de esta isla existe una elevación de no más de tres metros de ancho u unos sesenta u ochenta centímetros de altura, que tiene forma circular, dirección nordeste-suroeste, y que “puede ser el resto de un parapeto defensivo de un castro”.

Vuelo de 1956 donde se ven los muros entre tierra y la isla.  | // I.R.

Vuelo de 1956 donde se ven los muros entre tierra y la isla. / I. R.

También el arqueólogo Luis Monteagudo, según señalan, recogió en su día fragmentos de cerámica, de tipo castrexo, en esta isla, lo que refuerza esta teoría. El Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de Oleiros tiene catalogado este castro, con un área de protección integral que es la propia superficie de la isla.

Roca de la isla desde la que se ve toda la ría.  | // I.R.

Roca de la isla desde la que se ve toda la ría. / I. R.

El entorno de este islote es muy frecuentado, con marea baja, por paseantes, sobre todo con perros. Una ladera del islote tiene ya marcado el camino de subida, de tantas personas que lo utilizan para acceder a la isla. Ese camino natural, que se forma por el paso de las personas pisando la hierba, lleva hasta una gran roca. Encima es frecuente ver a personas contemplando las vistas totalmente abiertas de la ría de A Coruña. Se ve todo desde A Zapateira, la ría de O Burgo, As Xubias, Oza, la dársena de A Coruña, el dique y la torre de señales marítimos, el mar abierto y luego la costa oleirense. Es un lugar aislado pero tranquilo y bello.

Perros de paseo delante del islote.  | // I.R.

Perros de paseo delante del islote. / I. R.

En este islote hay hierba, varias plantas y algunos arbustos como pitosporo, e incluso una curiosa cortina de bambú, con ejemplares todos en fila como formando un biombo.

Vista desde el islote hacia Santa Cristina.  | // I.R.

Vista desde el islote hacia Santa Cristina. / I.R.

No quedan señales del gran incendio que en agosto de 1986 arrasó toda la vegetación de esta isla, a causa de un incendio provocado por una hoguera que dejó abandonada un excursionista. Fue el colectivo Biotopo el que acudió a la zona, aunque no pudo salvar que ardiera la mayor parte. Estos voluntarios realizaron después una limpieza para que se recuperase su flora original.

Junto a este islote Costas del Estado construyó primero un pequeño dique, para tratar de evitar la pérdida de arena en la playa, y años después otro más largo. Se ejecutaron después de demoler el puerto tradicional donde embarcaban y bajaban los usuarios de la famosa lancha de transporte de Santa Cristina. A pesar de estos diques, la playa sigue necesitando rellenos periódicos, como el del año pasado. Costas incluso barajó, en 2003, construir una pequeña pasarela para unir el islote a tierra, proyecto que no se ejecutó.

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