HOMICIDIO EN VELOUZÁS

Detenida por la muerte violenta de su esposo en Paderne

Él apareció muerto en la cama, con varios golpes en la cabeza. Ella se encontraba hospitalizada cuando fue hallado el cadáver. Según los vecinos, con quienes apenas tenían relación, ambos eran "conflictivos" y "estaban obsesionados con la brujería""

Vivienda de Velouzás, en Paderne, donde apareció el cadáver del hombre cuya esposa ha sido detenida por su muerte violenta.

Vivienda de Velouzás, en Paderne, donde apareció el cadáver del hombre cuya esposa ha sido detenida por su muerte violenta. / LOC

RAC

La Guardia Civil ha detenido a una mujer por la muerte violenta de su esposo en Paderne. La mujer, Pilar G., está acusada de un presunto delito de homicidio en el ámbito de la violencia doméstica. El hombre, Manuel L., apareció muerto en la cama con varios golpes en la cabeza, causados por un objeto contundente. Ella se encuentra en la cárcel de Teixeiro. Según los vecinos, con quienes apenas tenían relación, ambos eran "conflictivos" y "estaban obsesionados con la brujería".

La investigación se inició a raíz del hallazgo el pasado 20 de enero del cadáver del hombre fallecido con signos de violencia en su vivienda situada en la aldea del Tercio, en la parroquia de Velouzás, en el concello coruñés de Paderne. Desde el principio se investigó un posible homicidio por parte de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de A Coruña.

Las autoridades relatan que el fallecido "convivía con su esposa, no se relacionaba en su entorno, llevaba una vida sencilla y aislada del pueblo". Fueron los propios vecinos los que dieron la voz de alarma, al no ver durante bastantes días a ninguno de los dos moradores de la vivienda y percatarse de que había varios paquetes sin recoger en la puerta. Según informa la Guardia Civil, los vecinos "tenían conocimiento de que su esposa había ingresado recientemente en el Centro Hospitalario Universitario de A Coruña", después de que en la madrugada del 7 de enero ella llamase a una ambulancia porque se encontraba mal. Días después, el 20 de enero, los vecinos alertaron a los Servicios Sociales, que se trasladaron al lugar junto a los agentes de la Guardia Civil y una dotación de bomberos, quienes comprobaron el estado de la vivienda y encontraron al difunto en su interior. El hombre fue encontrado en la cama con varios golpes en la cabeza causados por un objeto contundente.

La Unidad Orgánica de Policía Judicial de A Coruña, se hizo cargo de la investigación para el esclarecimiento de los hechos. Tras efectuar numerosas indagaciones, junto a los informes periciales, autopsia y demás pesquisas, la investigación permitió vincular a la esposa con la muerte violenta de este hombre y la Guardia Civil procedió, durante la mañana del día 1 de marzo, a la detención de la mujer, esposa del fallecido, por un presunto delito de homicidio, incardinado en la violencia doméstica, según informa hoy la Guardia Civil. 

La mujer se encontraba ingresada en el Hospital de A Coruña, después de que en la madrugada del 7 de enero, días antes de que fuera encontrado el cuerpo de su marido, ella misma solicitase la llegada de una ambulancia a su domicilio en Paderne para que la llevase al centro sanitario, ya que no se encontraba bien.

Una vez se presentó a la investigada a disposición de la titular del Juzgado de 1º instancia e Instrucción Nº1 de Betanzos, se decretó la medida de prisión provisional, al considerar que concurrían indicios suficientes sobre su participación en los hechos. 

Los vecinos de la aldea del Tercio, en la parroquia de Velouzás, apuntan que la relación en el matrimonio no era buena y que había empeorado desde el fallecimiento de su hijo a causa de la droga hace diez años. Hace cinco años también falleció la madre del hombre, con la que convivían. Desde entonces vivían solos en la casa donde él había nacido, pero no tenían trato con el resto del vecindario.

La Guardia Civil confirma que él se encontraba a tratamiento psiquiátrico y, según los vecinos, cuando no tomaba la medicación tenía "arrebatos violentos". Los vecinos añaden que ambos estaban obsesionados con la brujería. "Es una desgracia, realmente llevaban muchos años así", comentan.