La Pulpeira Pirri, de Betanzos, se despide: “Llevo toda la mañana agarrado a besos”

El emblemático local de la calle Valdoncel cierra este domingo por jubilación tras 43 años abierto al público | Los clientes acuden para disfrutar de su comida por última vez

Suso Carro (primero por la derecha), ayer, en Pulpeira Pirri, con clientes y personal. |   // VÍCTOR ECHAVE

Suso Carro (primero por la derecha), ayer, en Pulpeira Pirri, con clientes y personal. | // VÍCTOR ECHAVE / Iván Aguiar

Hace seis meses se hizo pública la noticia de que la conocida Pulpeira Pirri de Betanzos tenía fecha de caducidad por la decisión de su propietario de jubilarse. Este domingo 19 de marzo será el último día en que se podrá disfrutar del producto que sirve este local. Su propietario, Suso Carro, asegura que esta última semana ha sido un devenir continuo de gente que se quiere despedir. “Llevo toda la mañana agarrado a besos”, aseguraba este viernes a primera hora a de la tarde a consulta de este diario este hostelero, que lleva 43 años al frente de este establecimiento.

En un fin de semana normal, en este establecimiento se suelen despachar unos 80 kilogramos de pulpo. Durante estos últimos días la cantidad de producto vendido ronda los 100, según relata el gestor del negocio, que asegura que a la hora de la comida han podido tener “140 personas en el comedor”. “Miami, Reino Unido, de toda España ha venido gente para hacer la despedida”, asegura Suso Carro.

“Me dicen que aguante otro año, pero no”, confiesa al describir cómo han sido las últimas jornadas según se acerca la fecha del cierre, entre abrazos y besos con clientes de muchos años.

Carro también indica que por su negocio han pasado representantes de partidos políticos de todo tipo durante “toda la democracia”, tiempo en el que, además, esta pulpería se ha ganado a una clientela fiel, que ahora vuelve para despedirse.

Al recordar anécdotas, cita una del exjugador del Deportivo, Pedro Munitis, que jugaba de extremo. Relata que en su establecimiento nunca se elaboraban tortillas, pero con él hacía una excepción. En cambio, un día llamaron los padres del futbolista para hacer el encargo y no se lo aceptaron. Poco después llamó Munitis y sí se lo atendieron, aunque al final fueron sus progenitores los que fueron a buscar la comida al local.

Tras casi medio siglo al frente de este emblemático negocio de la calle Valdoncel, al lado de la plaza principal de Betanzos, y de conseguir hacerse con una clientela fiel, Suso Carro, de 64 años, se prepara para colgar el delantal y disfrutar de su retiro tras tanto tiempo detrás de la barra.

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