El Seprona espera por el informe veterinario para tomar una decisión sobre el criadero

Los agentes inspeccionan la zona acompañados por la responsable de este negocio de Oza, que niega que los canes muertos fueran suyos | Vecinos preparan denuncias individuales

Un agente del Seprona durante la inspección de la finca de Oza. |   // L.O.

Un agente del Seprona durante la inspección de la finca de Oza. | // L.O. / A. Pérez

Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) inspeccionaron este domingo de nuevo las instalaciones del criadero de border collie ubicado en la aldea de Vilar, en la parroquia de Filgueira de Barranca, en Oza-Cesuras, en el que aparecieron dos perros muertos y otros dos con indicios de abandono.

Los agentes acudieron al lugar acompañados por la responsable de este negocio, que negó que los dos ejemplares que según la veterinaria llevaban entre uno y dos meses muertos fuesen de su propiedad. Los canes carecían de chip y se encontraban en un avanzado estado de descomposición, lo que complica la investigación.

Según informan desde la Guardia Civil, al mediodía solo aparecieron en las instalaciones los restos de un perro, a pesar de que el día anterior el Seprona y la veterinaria constató restos de dos. Tampoco localizaron a la perra encerrada en el interior de la vivienda, que según relataron los vecinos ladraba desde hace días día y noche y cuya existencia pudieron constatar también los efectivos y este periódico un día antes.

El otro perro, que según el primer examen veterinario presentaba síntomas claros de desnutrición se encuentra en observación. El Seprona aguarda por los resultados del informe sanitario definitivo para dar el siguiente paso, que tiene visos de acabar en el juzgado. La veterinaria explicó a este diario que este can, un borde collie canela que merodeaba desde hace unos días por el entorno del criadero “estaba desnutrido, con alopecia y un miedo horroroso”. Según ha podido saber este diario, el examen preliminar apunta a una anemia severa, alopecia y heridas diversas.

Vecinos del entorno de esta aldea avanzaron ayer su intención de interponer denuncias individuales y un escrito ante el Ayuntamiento para reclamar medidas ante la plaga de pulgas, que atribuyen a las malas condiciones del criadero. La responsable de este negocio, por su parte, negó cualquier anomalía y vinculó la aparición del perro muerto con una posible represalia por parte de algunos de los residentes, con los que mantiene una mala relación.

El informe veterinario será clave en el devenir de este caso, que ha avivado el malestar entre algunos vecinos de esta pequeña aldea, que apuntan a la existencia de irregularidades en el criadero desde hace tiempo. Este diario intentó sin éxito este fin de semana contactar con la propietaria de este criadero de perros para recabar su versión de los hechos.

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