La Fundación Globo de Betanzos ‘pincha’ en transparencia en la cuenta general de 2022

La Fundación Globo de San Roque necesita mejorar en materia de transparencia. Es la conclusión a la que ha llegado la Intervención municipal de Betanzos, que propone estimar una alegación presentada por el BNG a la cuenta general para que se incorpore la información económica necesaria para fiscalizar esta entidad, impulsada en 2018 para garantizar la pervivencia del aerostato de papel más grande del mundo.

En su informe a las alegaciones, la Intervención municipal, que ya puso reparos en 2018 a la constitución de esta entidad por la ausencia de estudios sobre su repercusión económica, se remite a un informe de con motivo de la liquidación del ejercicio 2022 en el que ya advertía de la necesidad de disponer de información contable sobre la fundación para su remisión a la Intervención General de la Administración del Estado.

La habilitada nacional argumenta que esta fundación debe considerarse “una unidad pública dependiente del Ayuntamiento de Betanzos” y que debe facilitar una programación económica a medio plazo que contenga los ingresos y gastos, desagregados por su naturaleza económica. La funcionaria encargada de velar por una correcta gestión contable detalla que, según la normativa estatal, este tipo de fundaciones dependientes de una administración local deberán establecer el cierre, formulación y aprobación de sus cuentas antes del 30 de junio.

La Fundación Globo de San Roque se aprobó en 2018 con los votos del PSOE y PP pese a los reparos desfavorables de Secretaría e Intervención, que advirtieron de la “inseguridad jurídica” , las “lagunas legales” y los problemas contables que podría generar. El Ejecutivo municipal defendió entonces su constitución para “conservar, custodiar y divulgar el Globo de San Roque creado por Claudino Pita”. La entidad — de la que forman parte el Concello, los hermanos Pita y otro miembro de la familia elegido por ellos y personas que colaboran en la confección y elevación del aerostato— nació a mediados de 2021 con una aportación municipal de 20.000 euros. La pandemia demoró su constitución definitiva y su estreno en 2023 fue calamitoso, al suspenderse el lanzamiento del famoso aerostato.

Este fiasco puso bajo el foco la gestión de la fundación, que se comprometió a tomar las medidas oportunas para que este episodio no se repita. El Gobierno local aceptó además realizar cambios para incorporar a la oposición al patronato en aras de la transparencia.

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