La Reserva restringirá el acceso a “las joyas de la corona”: Cecebre, Mandeo y Dexo

Fija como prioritario en su plan de usos preservar el territorio protegido, un 7%, de posibles impactos por turismo | Escoger las actividades o respetar los biorritmos, medidas previstas

Vista de acantilados en la costa de Dexo, en el concello de Oleiros. |   // LA OPINIÓN

Vista de acantilados en la costa de Dexo, en el concello de Oleiros. | // LA OPINIÓN / Sara Vázquez

La Reserva de Biosfera Mariñas Coruñesas e Terras do Mandeo restringirá los accesos de visitantes a sus “joyas de la corona”: el embalse de Abegondo-Cecebre, la cuenca del Mandeo y la costa de Dexo. La entidad fija como objetivo prioritario la protección de sus territorios protegidos, solo un 7%, en su plan de usos, que ayer avanzó el gerente, Jorge Blanco, en la jornada celebrada ayer en el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM), con presencia de distintas entidades y empresas colaboradoras, con motivo de los diez años de trabajo desde la distinción concedida por la Unesco.

La selección de las actividades que se permitirá realizar en las zonas protegidas y el respeto a los ritmos biológicos de los espacios serán dos de las principales medidas que se adoptarán para prevenir posibles afecciones como consecuencia del turismo, explica Blanco. Apunta en que se trata de pautas para prevenir posibles problemas y no “poner en riesgo los espacios” e incide en que “no existen a día de hoy esos problemas”.

La Reserva planea adoptar medidas como vetar los accesos a determinadas zonas durante los periodos de anidamiento de ciertas aves, como los cuervos marinos en la costa de Dexo, o prever y planificar las épocas más adecuadas para realizar actividades concretas según su impacto, como caminatas o rutas, que no es conveniente realizar en primavera ni al final del verano, señala el gerente.

La polémica prueba Costa Trail que se celebra por Dexo fue uno de los detonantes que llevó a los directivos de la Reserva a plantearse la adopción de estas restricciones. “Esa fue una de las actividades que nos hizo pensar en que era interesante tener una ordenación de usos. Esa prueba se hace cada dos años, pues queremos tenerlo previsto, buscar cuál es la mejor época, no andar siempre corriendo. Estar prevenidos para, cuando lleguen esas cosas, saber un poco como actuar”, explica Blanco.

Entre las zonas cuyos usos pretende regular la Reserva figuran también los Espacios Naturales de Interés Local (ENIL), como As Brañas de Sada. “Habrá que ordenar para el futuro el uso de esos espacios y será necesario organizarlos de la mano del Ayuntamiento”, apunta el gerente de la Reserva.

Cuatro pilares para la gestión

El plan de gestión que regirá el rumbo de la Reserva en los próximos diez años mantendrá los cuatro pilares que han dirigido la deriva de la entidad en su primer decenio de trayectoria. La comunicación con la sociedad para la mejora y la toma de decisiones, los proyectos para atender a necesidades concretas de conservación a partir de los datos científicos y técnicos recabados en esta década, el desarrollo sostenible basado en la agricultura ecológica y los usos forestales respetuosos con la biodiversidad, además del turismo sostenible, y la creación de redes y mejora del conocimiento, con las colaboraciones con las universidades de Santiago y A Coruña y empresas afines serán las cuatro vertientes sobre las que se la Reserva continuará su camino.

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