PP, PSOE y Unidos por Sada unen fuerzas para dejar sobre la mesa el presupuesto

Portela les afea que “inmovilicen” 3,4 millones: “No nos llega con lo que tenemos a día de hoy para que funcione el Concello”, advierte |Los grupos replican que solo quieren negociar mejoras

Pleno que se celebró ayer en Sada para debatir el presupuesto.

Pleno que se celebró ayer en Sada para debatir el presupuesto. / L.O.

Unidos por Sada, PP y PSOE sumaron ayer fuerzas para obligar al Gobierno local a dejar sobre la mesa el presupuesto de 2024, que asciende a 15 millones de euros, un 30% más que el vigente. Solo el BNG apoyo las cuentas “más elevadas de la historia de Sada”, como repitió insistentemente el Ejecutivo de Sadamaioría, que apeló sin éxito a los problemas para el normal funcionamiento del Concello que acarreará este “bloqueo” que obligará a “inmovilizar” 3,4 millones.

“Hay cosas muy buenas y seguramente se tienen que aprobar, pero no va a ser hoy”, advirtió la socialista Almudena Pena, edil en la que el Ejecutivo había depositado su confianza de aprobar las cuentas. Los tres grupos coincidieron en gran parte de sus argumentos. Se trata, adujeron de un presupuesto que evidencia la “falta de un proyecto”, en palabras de María Nogareda. “Pan para hoy y hambre para mañana”, resumió Esperanza Arias. “Pedimos dejarlos sobre la mesa para que reflexione, escuchen a los vecinos y hablen de prosperidad y futuro”, defendió la edil popular.

La falta de un convenio con los concesionarios de La Terraza o de fondos para reubicar el mercado municipal, instalar una cubierta en la plaza Suárez Picallo o desarrollar el polígono industrial fueron algunos de los motivos esgrimidos el PP. La socialista Almudena Pena se quejó especialmente del carácter genérico de muchas de las partidas: “El alcalde lo tiene todo en la cabeza, que lo transcriba y en dos semanas está aprobado”, apuntó.

PP y PSOE admitieron que el presupuesto recogía algunas de sus propuestas, como el Centro de Información á Muller (de los populares) o un estudio para analizar la posibilidad de que las piscinas del paseo se realicen en lámina de agua, pero no lo consideran suficiente. La líder de Unidos por Sada, María Nogareda, cuestionó que el Ejecutivo municipal pueda ejecutar las cuentas, recordó que varias de las partidas fueron incluidas en los últimos presupuestos sin que se ejecutasen como las piscinas del paseo e instó a aclarar qué trámites ha realizado para el programa de ayudas al alquiler o la reapertura del Museo Carlos Maside.

El Gobierno local de Sadamaioría atribuyó el “bloqueo” a motivaciones políticas y cuestionó especialmente el posicionamiento del PSOE: “Todas sus propuestas están incluidas”, afeó la edil de Facenda, Pilar Taibo, a Almudena Pena. La concejala apeló al incremento de hasta un 70% de partidas vinculadas a servicios sociales o de un 37% de los servicios básicos, como limpieza o mantenimiento. Incidió además en el incremento de ayudas culturales, deportivas o de emergencias social y a inversiones para mejoras viarias o de saneamiento: “Esto no va de colores políticos, es cuestión de compromiso y responsabilidad, se privará a todos los sadenses de 3,4 millones a los que tienen derecho. ¿Serán capaces de no tener remordimientos al negar esta derecho a los vecinos?”

El alcalde, Benito Portela, ahondó en la misma línea y alertó de las consecuencias de este “bloqueo”: “Si estamos con gastos de 2014 y reconociendo ingresos de 2021 (previos a la inflación) vamos a ser incapaces de prestar los servicios básicos mínimos y dejar de hacer inversiones. La verdad es que para que funcione el Concello no nos llega con lo que tenemos a día de hoy”, advirtió sin éxito el regidor.

Sus advertencias no calaron en los tres grupos, que replicaron que no aceptarán “chantajes” y que subrayaron que solo pretenden sentarse para negociar mejoras.

El BNG, el único partido de la oposición que apoyó las cuentas, instó también sin éxito a PP, PSOE y Unidos por Sada a reconsiderar su posición. Emilio Graña alertó de los perjuicios de no disponer de un presupuesto actualizado y apeló al retraso en el pago a proveedores, entre otros extremos. “Están prejuzgando la actuación del Gobierno. Son 3,4 millones que se van a quedar sin usar. Es más justo que los aprobemos y si nos ejecutan bien, les metamos caña. Lo contrario es hacernos trampas al solitario”, argumentó. Sin éxito.

El presupuesto quedó finalmente sobre la mesa y sin plazos para su aprobación.

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