Alejandro Madrigal, líder mundial en inmunoterapia y trasplante con células madre

“Una mujer cambió mi vida: creó el primer banco de donantes de médula”

“Las farmacéuticas nos cobran 800.000 dólares por paciente. Quiero rebajarlo a 8.000”, explica el inmunólogo Alejandro Madrigal

Alejandro Madrigal. |   // L.O.

Alejandro Madrigal. | // L.O. / M. Villar

El mexicano Alejandro Madrigal comenzó vendiendo ropa por las casas. Luego se convirtió en médico, pasó por las universidades de Harvard, Stanford o el University College London, transformándose en una eminencia en la especialidad de trasplantes de médula ósea entre personas que no son familiares y en el uso de células madre para luchar contra la leucemia. Con un currículo que lleva diez minutos de lectura (con varios honoris causa), en 2022 fue condecorado por la reina de Inglaterra (poco antes de morir) como Oficial de la Orden del Imperio Británico. Afable y accesible, Madrigal estuvo en el castillo de Santa Cruz en Oleiros invitado por el Centro de Divulgación Ambiental de Galicia (Ceida) dentro de una jornada sobre la Agenda 2030 junto al biólogo Fernando Valladares.

Alejandro Madrigal ha dado casi 600 conferencias en su carrera y en todas suele mostrar la misma fotografía, la de Shirley Nolan con su hijo Anthony en brazos, un niño que murió en 1979, con cinco años, por un cáncer de sangre. “Fue una mujer, Shirley Nolan, la que cambiaría mi vida. Su hijo fue mi inspiración. Su madre pensó que alguien en el mundo tenía ser el donante ideal de médula para su hijo y creó el primer registro de donantes, convencía a todos de registrarse. El niño murió pero ya entonces tres pacientes se habían salvado, luego se fueron creando más registros de donantes y ahora hay cuarenta millones en todo el mundo”, explicó Madrigal, que es fundador del Instituto de Investigación Anthony Nolan, donde creó también un banco de sangre de cordón umbilical y un centro de terapia celular.

El cáncer avanza en un cuerpo porque su sistema inmune no lo reconoce y no lucha contra él. Madrigal subrayó la evolución, la revolución en la investigación contra el cáncer en los últimos años, la terapia celular y el trasplante con células madre. Su trabajo es encontrar al donante más idóneo para un paciente, en todo el mundo, que sea lo más parecido posible para que no haya rechazos. “Se da radio y quimio al paciente, se le mata su sistema inmune. Del donante se sacan células madre del tuétano, se concentran las células y se transfieren al paciente. Y si no hay rechazo, las células del donante serán las que curen al paciente, reconocerán al tumor y lucharán contra él”, explicó. Lo difícil es encontrar al donante ideal para un paciente porque hay “35.000 subtipos de células y con combinaciones múltiples”. Madrigal viaja por todo el mundo creando banco de donantes.

Este investigador, autor también de dos libros, destacó que se ha pasado de una tasa de supervivencia de un 30% en cáncer a un 60% o hasta 90% con las nuevas tecnologías, como el CAR- T, tratamiento con las células T del sistema inmunitario. “Se coge una célula del paciente y se modifica en el laboratorio, la cargas con un gen nuevo y un detonador y reconoce el tumor y lo ataca”. Este inmunogenetista que ha dado 85 veces la vuelta al mundo para conferencias y otros eventos, puso como ejemplo el de una niña, Emily, a la que se le hizo esta terapia y se le eliminó el cáncer “sin quimio ni radio”. Aunque se puede lograr una supervivencia de “hasta el 100%”, esta técnica no es válida para todos los tipos de cáncer.

En este proceso, lo que más tiempo lleva es manipular la célula, modificarla en el laboratorio. Este tratamiento lo han comprado las industrias farmacéuticas, de forma que ahora los médicos les mandan la sangre, los laboratorios procesan las células y se las devuelven listas para reintroducir en los pacientes, pero cobrándoles “unos 800.000 dólares por paciente”. Madrigal subrayó que ahora su investigación trata de rebajar ese coste, producir células que sean universales, y con un coste de unos 8.000 dólares. “Hasta tumores cerebrales podremos tratar con esta técnica revolucionaria”.

Aunque se pueda demonizar a las farmacéuticas, este investigador subrayó que son las que pueden realizar producciones e “inversiones muy altas” y hacer que se aprueben los tratamientos “más rápido”.

“En España, en el Clinic, ya están procesando ellos mismos la sangre, y los chinos también lo hacen ellos, sin necesitar a las farmacéuticas. Un día podremos hacer esta técnica muy accesible pero siempre tendrá un costo. Es un medicamento vivo”, subrayó este médico e investigador.

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