Mil días del cormorán 10X en Santa Cruz

Ejemplares anillados por el Ceida estos tres años regresan a la bahía oleirense

X10, aún polluelo, cuando fue anillado hace tres años.   | // CEIDA

X10, aún polluelo, cuando fue anillado hace tres años. | // CEIDA / CEIDA

El Centro de Extensión Universitaria e Divulgación Ambiental de Galicia (Ceida) inició hace tres años el proyecto Aves Ártabras para identificar los impactos de la actividad humana sobre las aves marinas del Golfo Ártabro. Una de las actividades incluidas es la de identificar las poblaciones de aves marinas en esta costa para identificar potenciales valores ornitológicos, con censo de poblaciones y también el anillamiento para realizar un seguimiento más individualizado. El Golfo Ártabro alberga entre el 10% y el 15% de la población reproductora gallega de cormorán moñudo, especie incluida en el Catálogo Gallego de Especies Amenazadas y en Peligro a nivel estatal. Los equipos que realizan los anillamientos están satisfechos de ver que aquellos polluelos son hoy adultos fuertes y que además tienen la bahía de Santa Cruz en Oleiros como zona de descanso.

El ejemplar X10 de cormorán, en Santa Cruz.   | // CEIDA

El ejemplar X10 de cormorán, en la Pena dos Corvos en la playa de Santa Cruz. | // CEIDA / CEIDA

Entre ellos, 10X, llamado así porque es el número oficial que figura en la anilla amarilla de una de sus patas. “Lo vemos habitualmente la roca que está frente a la playa de Santa Cruz, la Pena dos Corvos, donde se posan todas las aves. Lo vemos con los prismáticos desde el castillo o con teleobjetivo de la cámara. Es una satisfacción verlo. Aunque sabemos que, de media, la mitad de los polluelos que nacen mueren antes de un año, no superan el primer invierno, o caen en redes de pesca”, explica Sergio París, ornitólogo y coordinador de proyectos de educación ambiental en el Ceida, que lleva el proyecto Aves Ártabras.

Sergio París, tras observar a este cormorán en la Pena dos Corvos, comprobó los datos y observó que han pasado, redondos, “mil días desde el anillamiento” de 10X. “Mil días sobrevolando y sumergiéndose en las aguas del Golfo Ártabro y representando un soplo de esperanza para la conservación de su especie”, señala el Ceida en sus redes sociales.

10X es uno de los polluelos del primer anillamiento, pero no es el único que para en Santa Cruz. El Ceida tiene controlado también a Mera, nombre que le pusieron a un cormorán que anillaron en la primavera de 2022. Además de la anilla le colocaron un GPS para conocer el estado de esta especie amenazada. Este ejemplar se emparejó y sacó adelante varios polluelos ya y ahora vive en la costa entre A Coruña y Arteixo. Sin embargo en febrero de este año lo observaron en la costa de Dexo.

“El objetivo del anillamiento científico es identificarlos individualmente, saber por dónde se mueven, dónde pescan, cuánto viven. En la costa de Dexo ya hemos anillado, en estos tres años, cincuenta ejemplares. Este año haremos otra campaña, ahora con la colaboración de la Reserva de Biosfera Mariñas Betanzos. Necesitamos tener una muestra grande de individuos para obtener una diagnosis y es complicado el anillamiento, hay que escalar por acantilados, descolgarse, coger el polluelo en el nido, pesarlo, medirlo, ponerle la anilla. El último censo, del año pasado, indicó que existen en torno a 130 parejas de corvo mariño crestado aquí. Es la principal colonia en la costa continental, en la península ibérica, sin contar las Cíes”subraya Sergio París.

Este tipo de trabajos buscan dar a conocer la enorme biodiversidad del Golfo Ártabro (está en el corredor migratorio).

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