Nuevas inundaciones en Bartolomé de las Casas en Nós al saturarse las alcantarillas

Vecinos, que alertaron al 112, afirman que este problema nunca se ha solucionado

El 112, en Nós el día 5.   | // L.O.

El 112, en Nós el día 5. | // L.O. / M. Villar

Ninguna de las obras de nuevas canalizaciones efectuada por concellos o Xunta han logrado eliminar las inundaciones por desbordamientos del alcantarillado en la calle Bartolomé de las Casas en San Marcos, en la parroquia de Nós. Este problema que lleva casi veinte años afectando a los vecinos y también al medio ambiente, al terminar estas aguas directamente en el rego de A Gándara, que está a unos 150 metros, sigue vigente con una diferencia: “Ahora no huele mal como antes, que era nauseabundo. Ahora parece agua limpia, pluviales, pero sigue levantando las tapas de los registros, las arquetas, con la fuerza que tiene siempre que llueve mucho”, explicó ayer un residente en esta zona.

Tras no lograr contactar con la Policía Local de Cambre (la zona está limítrofe con este municipio) el pasado domingo al mediodía, los vecinos alertaron al 112 de emergencias, que desplazó un vehículo con dos operarios que revisaron las arquetas.

“El problema es que conectaron todas las pluviales del polígono de Espíritu Santo a la red general y no aguanta todo cuando llueve como estos días pasados, toda la noche sin parar”, señaló este residente, que indicó que también se envió un aviso al Concello de Oleiros.

El regidor oleirense, Ángel García Seoane, se hizo eco ayer en una emisora local de este “vertido de aguas residuales que viene de Cambre”. El alcalde afirmó que estas aguas vienen de “una industria” del polígono cambrés que bombea a la red y “hace saltar el alcantarillado”. García Seoane anunció que va a denunciar esta situación ante la Xunta.

Los residentes en Bartolomé de las Casas llevan casi veinte años sufriendo problemas de inundaciones por estar en una zona muy baja. Uno de ellos incluso llevó este asunto al juzgado tras llenársele la casa de residuales varias veces. Afirman que las obras que se hicieron no solucionaron nada, salvo que ahora no tienen que soportar malos olores.

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