El descenso en el consumo de marisco por parte de las familias gallegas desde el inicio de la crisis es todavía más acentuado que el del pescado. Si en 2008 fueron más de 25.000 las toneladas comercializadas, el pasado ejercicio la cifra descendió casi un 20%, hasta algo más de 20.300 toneladas. El gasto total de la población de la comunidad en estos productos, por su parte, descendió un 23%, hasta 159 millones de euros.

El mejillón no se salva de la crisis. En 2008, cuando la comunidad consumió 5.338 toneladas del molusco, los productores alertaban del aumento de los costes de producción. En 2012 el consumó descendió un 14%, al comercializarse apenas 4.600 toneladas. A pesar de ello, el precio medio no experimentó una gran subida, al pasar de 2,54 euros a 2,64.

Más notable es el alza del precio de las gambas y langostinos, que aumentaron en 50 céntimos el kilo en cuatro años. En cuanto al consumo, éste descendió un 19%, al pasar de más de 7.000 toneladas de 2008 a poco más de 5.700 el año pasado. El gasto per cápita de los gallegos en este marisco, por su parte, cayó un 18% desde el inicio de la crisis, quedándose en 17,3 euros por persona en el pasado ejercicio.

El caso contrario es el de almejas y berberechos frescos, los únicos mariscos que consiguieron salvarse de la mala tendencia y mejorar sus datos de consumo. Los hogares gallegos elevaron las compras de estos productos más de un 20% en cuatro años, al pasar de las 1.980 toneladas de 2008 a las 2.413 del pasado ejercicio. A pesar de esta mejoría global, los gallegos compraron un 38% menos de almeja congelada en los últimos cuatro años, por lo que el gasto medio per cápita descendió un 35% pese a que el producto se abarató en ese periodo.

En cuanto al resto de mariscos, su consumo cayó casi un 30% en los años de crisis, con un destacable desplome en el caso de los congelados, que descendieron un 43%, al pasar de las 3.500 toneladas adquiridas en 2008 a las casi 1.980 del pasado ejercicio.

Las conservas también experimentaron un descenso en el consumo en estos años de crisis. Si en 2008 los hogares gallegos adquirieron más de 10.550 toneladas de productos del mar enlatados, el pasado año fueron 10.100, lo que supone más de un 4% menos. Las mayores caídas se registraron en las compras de pulpo enlatado (-34%), almejas (-47%) y, en menor medida, sardinas (-5%). Por otro lado, aumentaron las ventas de caballa en conserva (+60%) y de berberechos (+15%).

Más sangrante es el caso del consumo de pescado salado, ya que las familias pasaron de comprar 2.600 toneladas en 2008, a 1.450 en el pasado ejercicio, lo que supone una caída de casi el 45%.