La Cofradía de Pescadores de Lira-Carnota, ahogada por los problemas económicos, denuncia el abandono "total" por parte de la Xunta. La directiva de este pósito solicitó la intervención administrativa del Ejecutivo gallego en octubre, ante la imposibilidad de hacer frente a una deuda que superaba los 100.000 euros. El patrón mayor, José Mariano Lago, critica no haber obtenido todavía ninguna respuesta del la Consellería do Mar. "La Xunta pasa olímpicamente de nosotros. No sabemos nada desde antes de las navidades y nuestra situación es límite. Con las elecciones a la vuelta de la esquina pensábamos que nos harían caso, pero ni con esas", declaró.

Lago explica que la cofradía logró reducir en los últimos meses su deuda hasta los 70.000 euros, después de reducir al mínimo su plantilla y de conseguir que los armadores vendiesen en la lonja del pósito para lograr más ingresos. Aún así, el pasivo de la entidad no deja de aumentar. "Hoy mismo [por ayer] nos llegó una carta de Facenda en la que nos exigen el pago de 13.000 euros bajo amenaza de embargo. Este problema viene de la anterior directiva y no sabemos cuándo van a dejar de llegar estas sorpresas", explicó Lago, que señala también al Ejecutivo gallego como culpable de la situación. "No logro entender cómo la Xunta permitió que se llegase a esta situación. La Administración audita las cuentas de las cofradías todos los años y el problema viene de muy atrás. Deberían haber cortado esto antes", apuntó.

Mientras, fuentes de la Consellería do Mar declararon ayer a este diario que la Xunta no tiene pensado intervenir administrativamente, de momento, en la cofradía. El departamento que dirige Rosa Quintana alega que la ley actual no les permite hacerlo y que la secretaria xeral de la Consellería do Mar, Susana Rodríguez, trató de reunirse con Lago sin éxito. "Estamos trabajando para introducir la posibilidad de intervenir administrativamente a través de una nueva norma", indicaron fuentes de Mar. "El día que ella vino a Lira yo no podía estar en la cofradía por problemas personales, pero ella habló con el tesorero y con el secretario. Nadie me dijo que quisiera hablar después conmigo", argumentó Louro.