El anteproyecto de Lei de Acuicultura elaborado por la Xunta no gusta a los pósitos gallegos. El sábado pasado, durante la asamblea de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores celebrada en Santiago, los patrones mayores decidieron por mayoría absoluta rechazar el texto presentado por la Consellería do Mar. A su juicio, hay una gran posibilidad de que grandes empresas quieran entrar en los bancos marisqueros de la comunidad y perjudiquen el sistema actual. "Entienden que la medida es perjudicial y expresaron que preferían seguir como hasta ahora", explicó el presidente de la federación gallega, Tomás Fajardo.

Y es que una de las principales novedades de esta ley es que aprueba la transformación del marisqueo en acuicultura en las zonas de autorización o concesión marisquera de bancos naturales, denominada como acuicultura en parques de cultivo colectivo. Varios representantes de las cofradías gallegas ya habían expresado su malestar con los primeros indicios sobre cómo iba a ser la nueva normativa y, ahora que ya está en exposición pública, insisten en sus críticas. De hecho, esta misma semana la Asociación de Productores Mejilloneros de Moaña -que engloba a 30 bateas de la ría de Arousa y Vigo- ya anunció que presentará alegaciones. Las cofradías, por su parte, tienen de plazo hasta el próximo 15 de diciembre presentarlas, aunque los pósitos están decididos a rechazarla en su totalidad. "La asamblea decidió rechazarla de pleno", explicó Fajardo, que aclaró que la decisión se tomó a petición de los asistentes, ya que la discusión sobre la nueva ley de acuicultura no estaba prevista en el orden del día.

La normativa, que convierte a Galicia en la primera con una ley de estas características en Europa, preocupa igualmente a los bateeiros, ya que abre la puerta a la instalación de más bateas de mejillón, ahora no permitidas, y a diversificar el cultivo a otras especies.

El pasado día 10, el director xeral de Pesca, Acuicultura e Innovación Tecnolóxica y principal impulsor de la ley, Juan Maneiro, se reunió con técnicos de las cofradías para responder a todas sus dudas, donde además tomó nota de las cuestiones que más preocupaban a los representantes de los pósitos. Ante el revuelo que causó la normativa, la Federación Galega de Confrarías decidió crear un grupo de trabajo compuesto por secretarios de los pósitos para analizar el documento, calificado como "extenso" y "engorroso" desde la organización.

Mientras, la Consellería do Mar matizó que la posibilidad que ofrece la futura Lei de Acuicultura de transformar la actividad marisquera en acuicultura es "totalmente voluntaria". "Las entidades titulares de la explotación de los bancos naturales como asociaciones de mariscadores o cofradías podrán optar por esta modalidad solo si así lo deciden", aclaró.