El cerco gallego lamentó ayer el recorte del 20% anunciado por la Unión Europea para una de sus especies objetivo, la caballa (o xarda), una decisión que, asegura, pone a la flota "contra las cuerdas". Los cerqueros que capturan esta especie en el caladero Cantábrico Noroeste aseguran que no se esperaban esta reducción y no entienden a qué responde. "No contábamos con este recorte. Los científicos y los políticos sabrán lo que hacen", afirma resignado el portavoz de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García.

La reducción del cupo supondrá alrededor de 300 toneladas menos para los buques de la asociación, según García, pues España deberá restar 5.544 toneladas (como consecuencia de una multa por la sobrepesca realizada en 2009 y 2010) a las 30.700 que tiene para 2018.

"En nuestro caladero no era necesario el recorte porque la caballa mejora año tras año", asegura el representante de la asociación de cerqueros mayoritaria en Galicia. Las lonjas de la comunidad subastaron hasta ayer 7.937 toneladas de la especie, que generaron unos ingresos de 7,75 millones de euros, según los datos provisionales de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca, dependiente de la Consellería do Mar. El año pasado los centros de primera venta comercializaron entre enero y diciembre 7.699,7 toneladas, por 8,33 millones de euros. "Este año fue un año extraordinario de caballa; en el Cantábrico Noroeste sí hay especie", indica García.

Las otras especies objetivo del cerco tampoco atraviesan por su mejor momento. "La anchoa en la zona IXa [al sur de Fisterra] escasea, en la VIIIc [entre Fisterra y el golfo de Vizcaya] se recorta la cuota de jurel y la sardina tiene un plan de gestión", resume el portavoz de los cerqueros, que considera que el sector pasa por un momento "crítico". "No se tienen en cuenta los aspectos socioeconómicos. ¿Qué buscan, arruinar al cerco?", lamenta García, que añade que este año la xarda pintada o cabalón "salvó" al sector pero que la flota duda que el recurso la pueda "salvar" el próximo año.

Mientras, el intercambio de cuota con la flota del golfo de Cádiz, con el que el cerco gallego obtuvo 500 toneladas de anchoa para la zona IXa (en la que dispone de apenas 56 toneladas) a cambio de 1.000 de jurel, tampoco ayudó a mejorar su situación. "No es tiempo de anchoa. La que hay es muy pequeña y no tiene valor comercial. Hay poca grande", indica García. Ante esta situación los barcos están a la espera de que las cosas mejoren y aumenten las capturas de la especie.