Una investigación realizada por el departamento de Ciencias del Mar y la Pesca de la Universidad de Washington contradice los resultados de otro trabajo a partir de la misma fuente que concluía que la huella ambiental de la pesca es del 55%, y reduce este impacto al 4%.

Los datos del estudio de la Universidad de Washington contradicen las conclusiones de una investigación de organizaciones ecologistas, por lo que el sector pesquero pide mayor rigurosidad en el tratamiento de datos, algo que también exigen los investigadores al interpretar las cifras para evitar distorsiones e imprecisiones malintencionadas.

El trabajo utilizó el sistema Global Fishing Watch, desarrollado por Google y que recoge la información que los barcos transmiten 30 segundos vía GPS.