Luis Planas Puchades (Valencia, 1952) ha elegido Galicia para realizar su primera visita oficial centrada en la pesca, una de las tres áreas del ministerio que dirige.

-¿Comparte la idea expresada en el Congreso de la FAO de que los stocks que afectan a España gozan de buena salud?

-Gozan de buena salud porque están bien conservados. Se ha producido un esfuerzo colectivo y es la clave de presente y futuro. Si no conservamos de acuerdo a los dictámenes de los científicos no seremos capaces de continuar pescando.

-Estará de acuerdo que de la mano del sacrificio realizado por la propia flota, ¿no?

-Por supuesto. Esto se ha conseguido a consecuencia de un esfuerzo continuado que ha llevado a cabo nuestra flota y que hay que significar mucho. Hay que decirlo en voz alta: como ministro estoy orgulloso de que fueran capaces de adaptarse en tan poco tiempo a los cambios de la nueva Política Pesquera Común (PPC).

-La mayoría de stocks están bien, pero no el de la sardina. ¿Se podrá seguir pescando en 2019?

-Creo que esa es la gran pregunta. Este año se consiguió la extensión temporal y limitada a cierto número de barcos de las posibilidades de pesca. La Comisión entendió que tanto España como Portugal estamos en una posición de esfuerzo positivo. Ahora bien, esto tiene que dar resultados. Necesitamos informes favorables por parte del ICES [Consejo Internacional para la Exploración del Mar] y vamos a continuar desarrollando nuevas investigaciones para evaluar la situación.

-El sector pesquero se enfrentará el próximo año a dos cambios de gran calado. El más inmediato es la entrada en vigor del descarte cero. ¿Van a plantear alguna solución a la Comisión Europea?

-Hace falta buscar soluciones creativas, con intercambios de cuota cuando sean posibles. Me reuní con Karmenu Vella [comisario de Pesca] y los descartes fueron el tema monográfico del encuentro. Salí con la impresión de que el comisario estaba comprometido en buscar una solución y estamos trabajando con la DG Mare para dar una solución técnica a cada uno de los puntos planteados.

-Los armadores alertan de posibles amarres a los pocos meses del próximo año.

-Mi intención es doble: buscar una solución y que se haga con el tiempo suficiente de antelación para que nuestra flota tenga la posibilidad de planificar su trabajo de cara al futuro. Si se quiere hay tiempo, pero para eso hace falta que tengamos todos los estudios técnicos. Estamos examinando caso por caso y para mí el límite temporal es el Consejo de Ministros europeos del mes de diciembre. Va a ser una de las tareas más importantes que tiene el ministerio hasta Navidad.

-Por otro lado, está la salida de Reino Unido de la UE. ¿Van a poder seguir faenando los en torno a 70 barcos gallegos en Gran Sol?

-La negociación es compleja. Aquí la gran incógnita es qué va a pasar, si habrá acuerdo o no. En el Gobierno tenemos una comisión de contingencia presidida por la vicepresidenta donde ese tema ha sido abordado y donde evidentemente preferimos un escenario de acuerdo, pero de no haberlo tendremos que tomar las medidas oportunas.

-En el caso gallego cobra importancia la flota de Malvinas. Allí los efectos negativos podrían llegar en forma de arancel de incluso un 18%, según Port Stanley. ¿Estaría a favor de fijar un acuerdo de libre comercio en materia de pesca?

-Prefiero no pronunciarme ya que la negociación está en curso. Yo espero y deseo que haya acuerdo y quede todo cubierto, también en Malvinas. Lo tenemos en la cabeza.

-¿Cree que el Brexit podría suponer una oportunidad para cambiar la estabilidad relativa que tanto perjudica a España? Bruselas no está por la labor.

-Seamos realistas: el Brexit va a plantear un nuevo escenario, pero tengo mis dudas de que altere el criterio de estabilidad relativa. No va a suponer un cambio ni una revisión de 180 grados. Fueron las condiciones de nuestra adhesión.

-Según un estudio del STEFC de la Comisión Europea, la española es una de las flotas menos rentables del continente en cuanto a rendimiento por tripulante. ¿No cree que hay una deuda histórica de Europa con el sector tras la entrada en 1986?

-En Europa las deudas históricas, si las hubiere, no se pagan. Afrontemos el presente y el futuro, no se trata de mirar atrás. Tenemos que adaptarnos a un nuevo paradigma de pesca y a una nueva forma de faenar.

-Dijo ayer que "no hay un solo papel" sobre la promesa de financiación para la renovación de flota, articulado en base al BEI o el ICO. ¿Las creará o tramitará su ministerio?

-No encontramos ningún documento o estudio que avale esas promesas que se hicieron en su momento. Cuando se dice algo hay que poder llevarlo a cabo. No está ni aprobado ni descartado. Ahora, si se nos solicita lo estudiaremos. Lo que pasa es que la financiación tiene que tener como parámetro básico las orientaciones de la PPC.

-Entonces, ¿presionará el Gobierno para que el nuevo FEMP incluya estas ayudas?

-Ni el Parlamento ni el Consejo van a autorizar un incremento de este carácter. España es la primera flota de la Unión Europea pero, aunque España lo pretendiera la medida iría en el sentido contrario a las dos últimas reformas de la PPC. Es una batalla que no tendría una salida positiva.

-Por otro lado, los armadores trasladan la necesidad de solucionar un problema urgente: la falta de tripulantes. ¿Qué se puede hacer?

-Hace falta que los armadores puedan buscar y encontrar los trabajadores que necesitan aquí, en España, si es posible. Es un buen apoyo de cara al trabajo de los jóvenes en el sector. Sin embargo también debemos activar los mecanismos para que las flotas que buscan tripulaciones de otras nacionalidades se puedan adaptar a las normativas correspondientes. Es materia del Ministerio de Trabajo, pero venimos manteniendo contactos porque es una situación para la que tenemos que tener respuesta. No me gustaría que se den situaciones fuera de la legalidad y estoy convencido de que los armadores quieren cumplir, por lo que hay que facilitar ese tema. Desde el punto de vista social hemos tenido a tripulantes españoles en flotas extranjeras. Nosotros que hemos sido inmigrantes tenemos que aplicar lo mismo.