Un grupo de investigadores del Instituto Español de Oceanografía, con el fin de identificar las variables ambientales implicadas en la variación de la población de sardinas en la plataforma atlántica ibérica, estudiaron los cambios en las variables climáticas y oceanográficas.

A finales de la década de los 90, se esperaba una fase positiva (aumento de las capturas) en la sardina. Por el contrario, las capturas disminuyeron hasta ahora. En torno a 1998, cuando se detectó el último cambio de régimen en la población de la especie, los principales patrones de circulación atmosférica a gran escala en el hemisferio norte se combinaron de forma que se produjo un aumento en la temperatura de la superficie del mar y una disminución en la intensidad del afloramiento costero.

Varios años con una situación de hundimiento (prevalencia de vientos sur) en las principales áreas de desove y alimentación de la sardina ibérica habrían afectado a la abundancia de la población, evitando el retorno al ciclo positivo esperado.