Tras la localización del pesquero Sin Querer Dos, hundido a unos 350 metros del punto indicado por la radiobaliza del buque y a unas 4 millas de Fisterra, el robot que Salvamento Marítimo va a utilizar para inspeccionar el pecio permitirá, probablemente, comprobar si el cuerpo del tripulante desaparecido en el hundimiento del cerquero se encuentra a bordo de este.

Las esperanzas de que sea así son pocas, teniendo en cuenta que algunos de sus compañeros afirman haberlo visto cuando nadaba tras el naufragio.

Junto con ese trabajo de inspección, es el tiempo, ahora, para la Ciaim, organismo encargado de determinar las causas que provocaron el rápido hundimiento del buque cuando este regresaba a su puerto base para que la tripulación pudiera descansar en las fiestas de Navidad y fin de año.

Como ha ocurrido ya en casos similares, hay quien baraja la posibilidad de que el naufragio no haya sido ajeno a la modificación de la estructura del barco, al que se había alargado su eslora. Sin embargo, el ingeniero naval Guillermo Gefaell, muy experimentado en todo tipo de buques, duda que sea así dado que "los alargamientos se realizan para aumentar la capacidad de bodega y, precisamente, para mejorar la estabilidad.

Nosotros hemos hecho unos cuantos proyectos de alargamiento de pequeños pesqueros y siempre se ha mejorado su estabilidad, en cualquier caso. Aunque se haga para incrementar la capacidad de carga, es una estupenda ocasión para estudiar detalladamente la estabilidad del barco y dejarlo cumpliendo con todos los criterios reglamentarios. Los ingenieros navales y las capitanías marítimas estamos muy sensibilizados con esto. Y con todos nosotros, un número cada vez mayor de armadores. Últimamente no encuentro a ninguno que nos discuta el cumplimiento de los criterios de estabilidad en su barco".

En el caso concreto del Sin Querer Dos, descarta Guillermo Gefaell que se debiera a esa presunta falta de estabilidad: "El proyectista fue mi compañero Joaquín Rial, de amplísima experiencia con pesqueros. La reforma se llevó a cabo en los astilleros Domingo Lago Abeijón, a cuyo frente está actualmente José Lago, ingeniero técnico naval que sabe de sobra cómo se deben hacer las cosas".

Guillermo Gefaell afirma: "No digo que no se pueda haber cometido un error de cálculo, porque de eso nadie estamos libres; pero me extraña muchísimo. Mucho, mucho, muchísimo", y se inclina por la posibilidad de "una inundación progresiva de la cámara de máquinas con un fallo en el sistema de alarma por alto nivel de agua en sentina y con la tripulación descansando, con guardia solo en el puente. Pasa con cierta frecuencia, pero no siempre acaba en accidente si la tripulación está faenando. Esta se percata y corrige a tiempo el problema".

En los 18 años transcurridos desde el inicio de este siglo, han sido 94 (contando con el Sin Querer Dos) los buques de todo tipo hundidos en las costas de Galicia. El primero de ellos, a escasas millas de la costa de Camariñas, fue el pesquero Urbegi cuando era remolcado a puerto debido a una vía de agua. Sus seis tripulantes fueron rescatados sanos y salvos por la embarcación de Salvamento Marítimo Salvamar Altair.