El arrastrero gallego Río da Bouza encontró entre sus redes un cuerpo humano mutilado cuando faenaban en aguas de Gran Sol. Según informaron las autoridades del país, el buque estaba pescando cuando los marineros dieron con partes de un cadáver. Al día siguiente amarraron en el puerto de Castletownbere y el capitán del buque informó del terrible hallazgo. Ahora, las autoridades de España, Francia (el barco tiene bandera de este país) e Irlanda intentan identificar los restos encontrados.

Según el Irish Times -el primer medio que informó ayer de lo sucedido-, el Río da Bouza estaba a 180 millas mar adentro al oeste de la ciudad de Cork cuando localizó el cuerpo el pasado sábado sobre las 14.30 horas. La Gardaí, institución de policía nacional de la República de Irlanda, fue alertada al día siguiente cuando el barco llegó a puerto e inició la investigación al comprobar que se trataba de un cuerpo de cintura para abajo, con ropa y que había documentación atada en una bolsa impermeable.

Los restos fueron llevados al Hospital de la Universidad de Cork para realizar un informe postmortem que incluye muestras de ADN para intentar identificar los restos. Para ello la Gardaí solicitó la colaboración de las autoridades de Francia y España, así como de la propia Interpol.