España es el único país de la Unión Europea que votó en contra de la inclusión del tiburón marrajo dientuso ( Isurus oxyrinchus) en la lista de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites). La medida, que tendría un impacto negativo en la actividad económica del palangre gallego, fue apoyada por los restantes 27 estados miembros, incluido Portugal, el otro país que tiene un importante número de barcos que capturan esta especie. "España se quedó sola", critica la patronal pesquera Cepesca, que ayer solicitó a Bruselas que retirada su apoyo a la propuesta.

El pasado diciembre el secretario general de la patronal, Javier Garat, alertó ante los medios en una visita a Galicia que México planteó la inclusión del marrajo como especie protegida dentro del Cites. El escualo es uno de los dos que captura la flota palangrera española ya que supone más del 10% de las capturas totales (el resto corresponden a la tintorera), que alcanzaron un valor de ventas de entre 8 y 10 millones de euros entre 2016 y 2017.

A la petición de México se sumaron otros 25 países y también la Comisión Europea, una decisión que no fue bien acogida por parte del sector pesquero gallego, que recordaba que el marrajo ya figura en el Apéndice II del Convenio de la Convención sobre Especies Migratorias (CMS).

Ayer Garat y el gerente de la patronal europea Europêche, el gallego Daniel Voces, defendieron la situación actual que rodea al tiburón. En el encuentro preparatorio con la Dirección General de Medio ambiente (DG-Env) de la Comisión Europea, ambos volvieron a insistir en que las responsables de regular este tipo de especies en los diferentes océanos deben ser las organizaciones regionales de pesca (ORP). "Estamos convencidos de que las ORP y los gobiernos están mejor preparados para monitorizar el estado y progreso de especies marinas migratorias", indicó Garat.

La patronal española también recordó que esta medida supondría más trabas a la supervivencia de la flota de palangre, que ya se vio afectada por la norma de aletas adheridas (que prohíbe cortar las aletas de tiburón a bordo). En este sentido, Cepesca mencionó en Bruselas que tras la entrada en vigor de la norma en 2013 desaparecieron 20 palangreros.

La conferencia de las partes contratantes del Cites se celebrará en Sri Lanka entre el 23 de mayo y el 3 de junio. Ahí se decidirá el futuro de la especie y de la flota. Cepesca apeló también a la "responsabilidad y coherencia" de los países que apoyaron la propuesta. En este sentido la patronal cita el caso de Brasil, que por un lado copatrocina la medida y, sin embargo, continúa bloqueando las normas de gestión para la pesquería de marrajo dientuso en el Atlántico sur.

Cepesca lamentó también que este apoyo de Bruselas se materializase sin consultar al sector "y sin siquiera esperar" a las recomendaciones del panel de expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que se reunió la semana pasada en Roma en el marco del acuerdo de entendimiento entre la FAO y el propio Cites.