Por fortuna aún no había nadie dentro de las instalaciones. Porque de lo contrario las consecuencias con gran probabilidad habrían sido dramáticas. Parte del techo de la lonja viguesa de Canido se desplomó ayer causando severos daños materiales. La cubierta se vino abajo "de golpe", describen los bomberos, poco antes de las siete y media de la mañana. El siniestro ocurrió dos horas antes de que arrancase la actividad en este inmueble, que gestiona en régimen de concesión la Cofradía de Pescadores San Francisco de Vigo y que es propiedad de Portos de Galicia. Este organismo dependiente de la Consellería do Mar señaló que ha abierto una investigación para esclarecer las causas del colapso -técnicos del departamento hicieron una primera revisión en el lugar-, apuntando a que si el derrumbe se produjo por falta de mantenimiento la responsabilidad sería achacable al cabildo vigués -al que compete esta labor-, mientras que si el desplome fue por fallo estructural, al organismo autonómico.

En el edificio comparten espacio actividad pesquera y deportiva. La parte más antigua -la zona de las subastas- se derrumbó por completo. El techo del resto del inmueble era nuevo y se mantuvo intacto. La Policía Local recibió la alerta, por parte de un hombre de un negocio cercano que escuchó el "estruendo" y vio que la estructura se había desplomado. Junto a agentes locales, fueron los bomberos de Balaídos, que retiraron los cascotes y revisaron y aseguraron las partes con riesgo de derrumbe. También cortaron luz y el agua.