Portos de Galicia se ha lucido: cambia el antiguo contador del suministro de energía eléctrica por otro de los denominados "inteligentes" y este deja sin luz „según ha dicho Portos de Galicia a las rederas que desarrollan su actividad profesional en la nave de redes de Portosín„ a quienes realizan aquí su tarea de cada día o, simplemente, como es el caso de los extractores de navajas, acuden a estas instalaciones para poder ducharse en agua caliente. Sus gritos ante la frialdad del agua se escuchan más allá de las paredes del edificio, según el testimonio de dos de las rederas a la periodista Pilar Aymara.

Una semana sin luz, justo allí donde esta es más necesaria porque la nave de redes no dispone de más lucernarios que unos pequeños ventanucos laterales, lo que obliga a abrir los grandes portalones utilizados para la carga y descarga de las redes. Estas, tintadas en negro o marrón y de malla muy pequeña, apenas son visibles para las trabajadoras que acuden a diario a la nave para repararlas. Pero entre la escasez de luz y los portones abiertos los responsables de la nave están logrando que los catarros y gripes hagan mella en las trabajadoras.

Una nave de redes, la de Portosín, que carece de luz eléctrica desde el miércoles de la semana pasada. Las quejas de los afectados se derivan a un contador inteligente que evita el consumo de energía eléctrica „debe ser la única prueba de su inteligencia puesta al servicio del mejor pagador„ y una promesa: Portos de Galicia llevará a la citada nave de redes un generador eléctrico que permita a las rederas abandonar el sistema del tacto para poder coser las redes y, presumiblemente, a los recolectores de navaja, a gritar un poco menos cuando sus cuerpos ya ateridos del frío del mar entren en contacto con el agua dulce tan fría a rabiar o más que la marina. Pero los responsables de Portos de Galicia se habrán duchado en agua cuando menos templada y podrán leer los comunicados que redacten o les envíen con absoluta normalidad porque la luz seguro que no les va a faltar. Y menos, todavía, durante una semana. Que en el caso de las rederas de Portosín, pueden ser dos si tenemos en cuenta los festivos que quedan por delante.

A mayor abundamiento: Portosín tiene en el País Vasco la mayor parte de su flota de cerco y esto evita que se produzca un verdadero tumulto porque la demanda del suministro de combustible para los barcos locales se sobrelleva con desplazamientos a Muros y Porto do Son. Y es que el surtidor de combustible tampoco dispone de la energía eléctrica necesaria para su funcionamiento normal.

¿De verdad hay que esperar hasta dos semanas para "espabilar" un contador "inteligente"?, ¿tendrán que convocar oposiciones para optar a esa inteligencia artificial?