La flota gallega del cerco todavía tiene cuota disponible para poder capturar caballa, aunque la mayor parte de los cerqueros guardarán la cuota disponible para cuando la especie tenga más valor en el mercado. "Esperaremos para capturarla, ahora mismo no se trabaja. Aguantaremos para pescarla cuando vaya más cara", expone el representante de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), Andrés García, que añade que no se hizo pesquería porque "la cuota que tenemos es muy pequeña". El vicepresidente de Cerqueiros Galegos explica que cada embarcación que pertenece a su asociación "la pesca según quieran o puedan". "Algunos optan por dejar la cuota que tienen para otro momento, cuando valga más", señala González.

Las alternativas que tiene la flota del cerco son bastante limitadas, así que, por el momento, las especies que les permiten seguir faenando son la anchoa y el jurel. La campaña de la primera empezó el pasado 1 de marzo, aunque no todas las embarcaciones se desplazaron al Cantábrico para pescarla. "Los barcos grandes de Portosín están todos arriba, solo quedaron aquí cuatro pequeños", apunta el vicepresidente de Cerqueiros Galegos. En el caso de Acerga „que reúne a 107 buques„, son cerca de 40 cerqueros los que se encuentran ya en aguas del norte.

Por el momento la pesquería es "irregular", no porque no haya recurso, sino por su tamaño, lo que también afecta a su precio. "Los compañeros dicen que hay mucha anchoa pequeña, aunque ayer „por el lunes„ la que capturaron era grande", concreta González. El portavoz de Acerga sostiene que cuando se pescan ejemplares de mayor tamaño "va a buen precio", pero si es pequeño no. "Esta noche „por la del lunes al martes„ algunos capturaron pescado grande, otros mediano, pero al que le toque de menor tamaño lo vende muy barato", afirma García.

El consumo de la cuota está siendo elevado, por lo que se empezaron a tomar ciertas medidas. "Se rebajaron los días de trabajo porque había mucha anchoa y era pequeña. El viernes pararán, aunque dependerá del mal tiempo", manifiesta el vicepresidente de Cerqueiros Galegos.

A tan solo una semana de que comience el mes de mayo, el cerco aún está pendiente de que el Ministerio de Pesca le comunique si podrá iniciar la pesquería de la sardina en mayo en vez de en junio. "El primer borrador lo rechazamos, por lo que estamos a la espera de uno nuevo que cumpla un poco las expectativas que tenemos: que empiece en mayo y que la cantidad asignada sea mayor", matiza García, que aclara que piden el 10% de la biomasa disponible según el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés).

Mientras el sector espera por un nuevo borrador sobre la pesquería, hay "mucha incertidumbre". "Necesitamos, sobre todo los barcos de poco porte, tener la sardina abierta a partir de mayo, aunque sea con 1.000 kilos semanales", indica el representante de Acerga.