El Ángeles Alvariño, buque oceanográfico que debido a la crisis burocrática tuvo que amarrar en Vigo, se hizo a la mar para volver a trabar en el Cantábrico. Esta semana puso rumbo a norte y al cierre de esta edición se encontraba trabajando frente a las costas de Santander. La idea es que regrese en los próximos días.

El ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, explicó el miércoles que para evitar un parón se decidió que el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cediera 96.000 litros de combustible al IEO para que los barcos pudieran continuar su actividad, mientras se resuelve la situación que generó también la falta de víveres y tripulaciones. El combustible deberá ser devuelto al CSIC más adelante. "Hemos conseguido solventar esto de manera rápida, para esto sirve también la coordinación", indicó Duque, que hasta la fecha no se había pronunciado sobre la problemática destapada por El Confidencial.