Si la estrategia del PP sigue descansando en identificar Zapatero y crisis y en que no dejaremos de caer mientras no se vaya, estamos aviados, porque caeremos seguro. Es un discurso que pertenece al género de las profecías que se autocumplen, pues si el principal partido de la oposición, e indudable gobernante a no tardar, dice tener dudas de que podamos pagar la deuda, ¿cómo convencer a los mercados para que nos sigan prestando dinero? En ese caso la suerte está echada: con el mayor riesgo subirán los intereses, hasta ahogarnos, y eso nos llevaría a la puerta del rescate. Zapatero tendría que hacer más recortes, nadie le apoyaría, y legislatura acabada, como en Portugal. ¿Es ése el escenario que maneja el PP? Me resisto a creer que el lema siga siendo el castizo "si no eres mía no serás de nadie", pero tras el mensaje siniestro de Aznar y la ratificación de Montoro ya no sé.