Ojeo la prensa mientras quiere despejar pero no acaba de hacerlo en este segundo día de un escasamente prometedor verano. Unanimidad absoluta en la plaza de toros de Alicante, José Mª Manzanares sale a hombros por la puerta grande, tres orejas y un llenazo en el coso. División de opiniones en la Villa y Corte, abucheos y aplausos -más de los segundos que de los primeros- a S.M. la Reina cuando llegó al Auditorio Nacional para asistir al Maratón Beethoven. Triunfó como de costumbre López Cobos, dirigiendo en esta ocasión cuatro orquestas, la Joven Nacional, la Sénior ídem. y las Sinfónicas de la RTVE y de Madrid. Fuerte cual hoplita ateniense el director zamorano aguantó como un buzo y no dio trabajo a las asistencias que, con equipo médico y masajista, previsoramente estaban en el auditórium, no fuera a pasar lo que le sucedió a Filípides tras la victoria de Milcíades en la batalla de Maratón.

Y hablando de orquestas, está claro que el abucheo a Doña Sofía a su llegada cuando se iba a interpretar la Séptima es fruto de una campaña orquestada contra la Corona, el Rey, la Familia Real y la Familia del Rey. Por cierto que con estos dos grupos familiares nos armamos un lío y no acabamos de saber cuál es una y cuál es otra.

Lo de la infanta Elena por infracción de tráfico conduciendo un tractor, evidentemente es un error administrativo que hasta tiene cierta gracia. Pero lo de su hermana Doña Cristina tiene tufo a maldad. Extrañas coincidencias en la venta de inmuebles que nunca le pertenecieron. La Agencia Tributaria, registros y notarías en solfa intentando aclarar lo sucedido. El ministro del ramo que no se entera pues está con la cabeza en otras historias, por una parte cegado por las luces que ve al fondo del túnel y por otra con vista de lince pues el hombre ve brotes verdes. Por lo de ahora los únicos brotes son los de soja en los supermercados y, de seguir así, pronto estarán las estanterías vacías. Montoro merece un tirón de orejas, le salva que ello podría suponer un conflicto diplomático con el Reino Unido, pues machacaría el récord que en apéndices auditivos posee el Príncipe de Gales, y Margallo no está por la labor punitiva del tirón. No viene a cuento, pero siempre que leo, oigo o pronuncio el apellido del ministro de Exteriores me vienen a la cabeza extraños pareados.

Siguiendo con la campaña orquestada, los Príncipes de Asturias tampoco se libran, ya asistan a un acto académico o bien inauguren una línea de AVE no faltan los abucheos, en ocasiones abanicados por banderas tricolores cuya banda inferior es de alivio de luto. Ahora resulta, según informan los del hígado, que Doña Letizia solamente ejerce de princesa de lunes a viernes. Es interesante señalar que la mayoría de los especialistas en cotilleos relacionados con la monarquía se declaren contrarios a la misma.

Pues habrá que ver cómo continúa la orquestada campaña contra la Corona. En el próximo episodio las infantas Leonor y Sofía pueden ser sorprendidas fumándose unos porros en los lavabos del cole... y habrá quien se lo crea o lo quiera creer, que hay mucho cernícalo suelto.