Opinión | 360 grados

Los documentos del Pentágono hacen dudar de la victoria militar de Ucrania

Andan entre alarmados y confusos los socios de EEUU por la filtración de los llamados “documentos del Pentágono”, que no hay que confundir con los “papeles del Pentágono”, que revelaron la profunda y desastrosa implicación de ese país en la guerra del Vietnam.

Se trata de la filtración de documentos secretos más importante desde las revelaciones sobre los crímenes de guerra del Ejército de EEUU en Irak y Afganistán que hizo Wikileaks (1) o las del ex analista de la CIA Edward Snowden, hoy ciudadano ruso, sobre la red de vigilancia mundial de la superpotencia.

Vigilancia que continúa hoy, como demuestran esos nuevos documentos, y que afecta lo mismo a países enemigos como Rusia o China que a aliados como Ucrania, Israel o Corea del Sur.

¿Es casual que los medios germanos, siempre dispuestos a prestar una mano al aliado transatlántico, publicasen esta misma semana un detallado reportaje sobre la guerra cibernética a la que se dedica desde hace tiempo el país de Putin para manipular, según dicen, a las opiniones públicas occidentales?

El daño en cualquier caso está hecho, y ahora de lo que se trata es de saber quién es esta vez la “garganta profunda” y ante todo de limitar el daño que esas filtraciones han hecho a la fiabilidad de EEUU, a sus intereses geoestratégicos y al esfuerzo militar de la OTAN en Ucrania.

En un primer momento, el diario The New York Times atribuyó las filtraciones directamente a Rusia para contradecirse al día siguiente y llegar a la conclusión de que su autor debía ser alguien que trabaja en el Departamento de Defensa.

Algunos de los documentos ahora conocidos parecen indicar que Ucrania no tiene posibilidad alguna de derrotar militarmente a Rusia pese a las optimistas declaraciones en sentido contrario del jefe del Pentágono y recuerdan lo ocurrido también en Vietnam, cuando el Washington oficial se negaban a admitir que aquella guerra estaba perdida.

Es lo que llevan meses diciendo a propósito de la de Ucrania en YouTube y otras redes sociales algunos expertos militares muy bien informados, entre ellos el ex marine y ex inspector de control de armamento de la ONU Scott Ritter o el coronel jubilado Douglas McGregor, a los que los llamados medios de referencia no prestan, sin embargo, atención.

Las filtraciones revelan el descontento de Washington con las ambiciones militares poco realistas de Ucrania, que se dice dispuesta a reconquistar todo el territorio ocupado por Rusia, Crimea incluida, pese a las carencias cada vez más evidentes de sus Fuerzas Armadas, de las que Kiev culpa, sin embargo, a la insuficiente ayuda militar que le presta Occidente.

Es cierto que los documentos indican al mismo tiempo hasta qué punto el espionaje norteamericano ha logrado infiltrarse en el establishment militar de la Federación Rusa para llegar a conocer, entre otras cosas, el plan operativo del grupo de mercenarios Wagner.

Así se ha sabido, por ejemplo, que Wagner pretendía comprar armas a Turquía, miembro de la OTAN, o que Egipto, otro país aliado de EEUU, planeaba supuestamente producir 40.000 cohetes para la Federación Rusa.

Pero también que, como llevaba ya tiempo denunciando el Kremlin, operan ya en suelo ucraniano militares de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y otros países de la OTAN. Los documentos del Pentágono son realmente explosivos y Washington lo sabe.

(1) El fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange sigue recluido en la cárcel de alta seguridad londinense de Belmarsh en espera de su eventual extradición a EEUU, donde puede ser condenado hasta a 175 años de cárcel.

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