Una noche con Superman

Imma Sust

Imma Sust

Una cree que ha madurado, que sabe lo que no quiere y tiene claro lo que desea o busca en un hombre. El físico no es tan importante, cuesta que te pongan los pelos de punta y el sexo puede ser maravilloso, aunque a veces con un buen abrazo te sientes satisfecha. Crees esto hasta que vuelves a ver Superman 40 años después de su estreno, en los cines. Y es entonces cuando tu cerebro hace clac y te das cuenta de cómo el patriarcado ha jugado contigo. Vuelves a sentir esas mariposas en el estómago, revives el vuelo/polvo de Lois y Clark como la primera vez y deseas y gritas al mundo que quieres un hombre como Superman. Metro ochenta, moreno con ojos azules, legal, bueno y sincero. Superman siempre dice la verdad.

Desde que empieza la película sientes el peso del patriarcado hundiéndote en la butaca. La madre de Superman apenas habla y quien le transmite todo lo que tiene que saber y aprender, incluso después de muerto, es su padre. Marlon Brando, el señoro de la capa plateada. La progenitora desaparece por completo.

Pero luego nos dan un poco de esperanza al presentarnos a una protagonista lista, divertida, moderna, sin ganas de tener hijos. Y aunque sea una gran periodista, hace faltas de ortografía. No sea que se nos vaya de madre el personaje mostrándola demasiado inteligente. Es salvada de morir en un atraco y de caer desde un helicóptero. Incluso resucitada después de muerta. Amada en secreto, Lois es la afortunada a quien Superman lleva a volar y le lee el pensamiento. “¿Puedes leer mi mente?”, le pregunta mientras vuelan por el cielo.

Y así, una niña de cinco años, a quien mi madre le tuvo que poner un candado en la ventana de su cuarto para que no saltara en busca de Superman, creció creyendo que era especial, que algún día un superhombre la vería y caería rendido a sus encantos leyéndole la mente. Pues dejen que les cuente que no fue así para nada. La niña creció, no se tiró por la ventana y con los años aprendió a volar sola. Pero no ha dejado de soñar ni un segundo de su vida, con Superman.

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