Apunte

Las letras son un tesoro

Agustí Salá

Agustí Salá

Si la banca no va a la caza de ahorro conservador con intereses atractivos, este se dirige hacia aquellos activos que le ofrecen más rentabilidad, seguridad y, además, baten a la inflación. Es lo que sucede con la deuda pública corto plazo, aquella que llega hasta los doce meses. En la última subasta de letras a ese plazo, el interés marginal se ha disparado hasta acercarse cada vez más al 4%, muy lejos de lo que ofrecen los grandes bancos por el ahorro. Y muy por encima del IPC, que en junio se situó en el 1,9%. Con la subida de los tipos de interés para combatir la inflación, del 0% al 4% en apenas doce meses, los particulares han vuelto sus miradas hacia los títulos del Tesoro. El volumen de letras en manos de particulares se ha multiplicado por 1.000 de abril de 2022 al de este año. Lógico.

Los intereses que se pagan por los créditos, en especial los de las hipotecas variables, que se vinculan en general al euríbor, no han parado de subir en el último año. Desde luego a una velocidad mucho más elevada que la de los intereses que los grandes bancos pagan por los depósitos e imposiciones a los clientes en general.

En mayo (último dato del Banco de España), los préstamos para comprar vivienda se situaron en una media del 3,71% en las nuevas operaciones, frente al 3,61% del mes anterior. Mientras, la retribución media en los nuevos depósitos hasta un año subió también, del 1,33% del mes anterior al 1,64%, pero lo cierto es que buena parte del dinero de las familias está en cuentas corrientes que retribuyen a un simbólico 0,10%. El margen entre lo que los bancos cobran por prestar y lo que pagan por custodiar el dinero sigue en niveles récord.

Todo esto se asemeja al caso del cohete y la pluma que la antigua Comisión Nacional de la Energía empleaba para describir la celeridad en la subida de los precios de los carburantes cuando los costes aumentaban y la lentitud en la bajada cuando estos se reducían. Por eso, visto lo visto, los ahorradores, mientras no cambie el panorama, han decidido que las letras son hoy un tesoro mayor que los depósitos.

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