La moto de Sánchez

Agustí Salá

Agustí Salá

Afirmábamos la semana pasada que no hay que dejarse llevar por la euforia con los datos sobre el mercado de trabajo. Sean los de la encuesta de población activa (EPA) o el paro registrado en julio. Baja, efectivamente, pero seguimos siendo los campeones a nivel comunitario del desempleo estructural, es decir, aquel que no hay manera o que, más bien, no somos capaces de eliminar.

Pero eso tampoco significa que haya que caer en el pesimismo o los malos augurios sobre un futuro que se pinta más que gris, negro. Ni una cosa ni la otra. Ni un exceso de euforia ni un aluvión de supuestos malos presagios basados muchas en veces en retorcer los datos hasta que apuntan hacia donde queremos.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se vino muy arriba hace unos días al decir que la economía española “va como una moto”. No especificó la cilindrada del vehículo, pero ya nos entendemos. Ciertamente, los datos y las revisiones al alza del crecimiento llevadas a cabo por servicios de estudios y organismos de distinta índole suponen un chute de optimismo.

Las dudas reaparecen cuando se trata de prever lo que puede suceder tras las vacaciones de verano, en otoño (también el año pasado se preveían nubarrones e incluso los más oados hablaban de una posible recesión). Puede haber desaceleración, algo que indican los datos adelantados del segundo trimestre. Pero eso no tiene por qué desembocar en una recesión o crisis.

La economía española ha absorbido algunos cambios a lo largo de estos meses. Quizás los más destacables son los que afectan al trabajo tras la reforma laboral que, recordemos, fue acordada con los sindicatos y la patronal; pero que se aprobó en el Congreso por los pelos y la contribución involuntaria del diputado popular Alberto Casero.

En todo caso Sánchez no va tan desencaminado si la moto que vende hoy por hoy es de gama media, no de nivel top porque eso sería pasarse. Lo que se puede asegurar que no es ese ciclomotor destartalado que denuncia el PP. Eso, por ahora, no.

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