Un MINUTO

Celebraciones con mucho gusto

José María Echevarría

José María Echevarría

No me atreví a titular este minuto como me sugería mi hermana, Judiada en La Granja, para evitar que el término “judiada” pudiese rozar siquiera un desdoro para el pueblo hebreo. Mi hermana me informaba que el pasado 23 de julio, en plenas fiestas del Real Sitio de La Granja de San Ildefonso (Segovia), sitio con nombre así de largo, lugar de veraneo y de abolengo al norte del puerto de Navacerrada, distinguido por el palacio que allí levantaron los Borbones escapando de las rigideces de un Escorial demasiado rectilíneo, festejos que se cierran con la fiesta de san Luis, rey de Francia, el 25 de julio, y su mensaje precisaba que se habían consumido 1.100 kilos de los afamados judiones de La Granja, cocidos por 20 cocineros en 19 enormes peroles, sirviendo raciones para unas 10.000 personas que por allí se acercaron. No sé qué alegarán los vecinos de Lourenzá, municipio lucense, así como lugares de los alrededores, que presumen también de unos judiones que poco tienen que envidiar a los segovianos. Con qué sabiduría se logran aunar varios sentidos corporales —el gusto y la vista, en este caso ante esos platos rebosantes de judiones y del “compango” que dicen los asturianos para sus fabadas— y todo para dar realce a unos acontecimientos festivos que hermanan a vecinos, veraneantes y transeúntes en lugares singulares y en fechas determinadas.