La escasez de empanadilla que viene “de maravilla”

El drama de la masa para hacer empanadillas ha llegado a los supermercados. Hace menos de un mes Nestlé hacía saltar las alarmas al anunciar que dejaba de producir temporalmente sus famosas obleas bajo la marca Buitoni debido a un problema de suministro con su ingrediente principal: la harina. Y la realidad ya es notable en las neveras de los establecimientos, donde encontrar un paquete con estos discos de masa es tarea casi imposible en estos últimos días. Un drama para Buitoni pero que tiene su cara B en forma de fortuna para La Napolitana, la compañía coruñesa que se dedica a la elaboración de este producto desde hace ya 25 años. Donde antes estaba Buitoni (conocida anteriormente como La Cocinera) ahora está esta empresa gallega, que está consiguiendo abrir paso y cautivar a un nuevo público en el mercado español. Tal es la demanda, que La Napolitana ha triplicado ya su volumen de producción de la masa de empanadillas.

“No sé qué les habrá pasado [a Nestlé], si se debe a esa falta de suministro o si habrá otro motivo. Lo que sí se es que a nosotros nos vino fenomenal”, explica Javier García, gerente de La Napolitana. Desde su fábrica en el polígono de Agrela, la compañía abastece a supermercados y negocios especializados de todo el territorio nacional. Y ahora, ese mercado a través de los grandes canales de distribución se ha visto considerablemente ampliado gracias a la escasez del producto de la competencia. “Si antes era complicado vender, ahora ya nos buscan y nos llaman a nosotros”, celebra.

“No nos alegramos de esta situación, pero nosotros nos hemos visto beneficiados. Si no están ellos, estamos nosotros”, resume, para indicar que su producción de las masas para la elaboración de empanadillas “se ha multiplicado por tres”. Un aumento de producción que responde al incremento de la demanda y se traduce en ventas. “Las hemos incrementado considerablemente”, explica García en mitad de un viernes cargado de trabajo.

Sin entrar a hacer valoraciones sobre los motivos que llevaron a Nestlé a parar la producción de su producto —la compañía lo justifica con una “falta de abastecimiento de harina” que cumpla con sus especificaciones técnicas para “garantizar las cualidades” de su producto— el gerente de La Napolitana pone en valor que todo el material con el que trabajan desde su fábrica de Agrela es “materia prima nacional”. “Ellos estarán trabajando para subsanar esta incidencia lo antes posible. En el comunicado hablan de tres meses y ya ha pasado uno casi”, reflexiona. Un mes que a la compañía coruñesa le ha venido “de maravilla” porque ha conseguido “captar parte de la cuota de mercado” de su mayor competidor. “Aunque vuelvan los otros nos vamos a quedar ya en otra cadena nueva que hemos abierto”, comenta García.

“El que no nos haya probado, ahora si quiere empanadillas nos va a probar. Estoy seguro de que vamos a fidelizar clientes”, augura el responsable de la compañía, para destacar que la calidad de su producto habla por sí sola. “Está mal que yo lo diga, el que tiene que hablar es el producto, pero el producto responde. El feedback de los últimos años es muy bueno”, celebra.

Repercusión en redes

La desaparición de las empanadillas Buitoni está corriendo como la pólvora en las redes sociales, especialmente a través de X. Un movimiento que coge a García por sorpresa. “No era consciente de que era un producto al que le dieran tanta importancia al hecho de que un tiempo no esté disponible”, comenta. Pero todo se traduce en una publicidad que a la empresa coruñesa le viene “fenomenal”. “Hay una gran cantidad de gente que ahora nos escribe por redes y por todos los medios, por tierra mal y aire. Y nosotros encantados”, argumenta.

Mientras Buitoni trabaja por reponer su producto en los supermercados, La Napolitana conquista nuevos paladares cada día en toda España. “Esta es una oportunidad brutal lo mires por donde lo mires”, concluye el gerente de La Napolitana.

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