¿Federalismo o confederación?

Santiago Lago Peñas

Santiago Lago Peñas

Sin duda, España necesita cambios importantes en la gobernanza de un Estado que es ya uno de los más descentralizados del Mundo. La solución más lógica sería una reforma constitucional que nos hiciese federales y nos dotase de instituciones similares a las que existen en Alemania o en Canadá; y mientras esa difícil reforma constitucional no sea posible, revisar las que ya tenemos para que mejorarlas. La conferencia de presidentes, el Consejo de Política Fiscal y Financiera, las conferencias sectoriales… Con ajustes legales mínimos y sin tocar el bloque constitucional podríamos avanzar muy sustancialmente en beneficio de los ciudadanos. También sería posible algunos ajustes en el terreno competencial o acentuar algunas asimetrías.

Pero no nos llevemos a engaño. La solución federalista no les vale a quienes no creen en el espacio común, en el espacio de todos. Los países federales cuentan con gobiernos centrales fuertes en recursos y competencias. Y unos ciudadanos que muy mayoritariamente creen en el conjunto, que se sienten compatriotas de los que residen más allá, que viven cómodamente con dos identidades: la del país y la propia de su territorio. Los datos demuestran que los gallegos encajamos bien en esa fotografía de la identidad dual. De hecho, entre los que mejor lo hacen en España. La solución confederalista en otra cosa. Vaciar al gobierno central, difuminar la identidad colectiva para reforzar lo regional, las partes del todo. Eso no es federalismo. Eso es algo que se sitúa en el polo opuesto de los que quieren una España centralista; en el límite: una España sin autonomías.

Me rebelo ante los extremos. Hemos construido un magnífico país saliendo de una penosa y larga dictadura. Mires donde mires, el avance ha sido espectacular. Economía, funcionamiento de la democracia, infraestructuras, derechos civiles, servicios públicos... Por eso, lo que necesitamos son reformas graduales y ajustes. No necesitamos revoluciones confederalistas o centralistas. Aunque tengo fe. Creo que el que intente una cosa u otra saldrá escaldado.

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