Entre palestinos e israelíes

Roberto Carlos Mirás

Roberto Carlos Mirás

En ocasiones es importante volver a la Historia. Fue hace ya un tiempo cuando al escritor José Mª Gironella le pidieron escribir Jerusalén de los evangelios y su principal preocupación era por dónde podía empezar. Dos de sus principales obras, Escándalo en el islam y Escándalo en Israel, se ocupan de estos mismos lugares. Jerusalén con su Muro de las Lamentaciones ha sido el punto de discordia entre el judaísmo y el islam. En esa misma explanada, el control del ejército israelí en el acceso a las mezquitas de los árabes ha sido una constante fuente de violencia.

Desde hace muchos años se vienen realizando obras donde nos explican con mucho detalle qué es el judaísmo junto a sus bases históricas y qué se entiende por islam, siendo una de las religiones más importantes del mundo.

El periodista Eugenio García Gascón, además de conocer ampliamente todos esos lugares e informar sobre ellos, escribió una obra para tener en consideración, La Cárcel Identitaria, mezclando comentarios de actualidad y al mismo tiempo nos enseña esos acontecimientos históricos que han sido tan importantes.

Los fundamentalismos y la ceguera política han creado una compleja bomba de relojería en Oriente Próximo. Eso lo parecen saber todos menos precisamente los gobernantes actuales y los que tienen una fuerza suficiente para solucionar este problema. Shlomo Ben Ami en su libro ¿Cuál es el futuro de Israel? en varias ocasiones se refiere a un “número simbólico y reducido”. Y eso lo dice Shlomo Ben Ami…

Un 2 de noviembre de 1917, el ministro británico de Relaciones Exteriores Arthur Balfour prometió, en lo que se llamó la Declaración de Balbour, establecer un hogar nacional para el pueblo judío, encontrando los sionistas el apoyo legal que buscaban.

Tras un amplio repaso que nos llevaría años realizar, ¿cuáles son los motivos por los que los colonos judíos se oponen a la retirada del ejército de Cisjordania y Gaza? (Si es que no lo han hecho ya) los refugiados palestinos (y mira que se han escrito verdaderos ríos de tinta) prefieren la miseria antes que renunciar al sueño del regreso. Todos los gobiernos tienen sus Servicios de Inteligencia tanto árabes como judíos y no es de extrañar que se hable del Mossad como uno de los mejores haciendo que nos preguntemos algo como ¿está implicado el Mossad en el caso Ben Barka? Para Jacques Derogy y Hesi Carmel: “El signo de interrogación no bastó para salvar el periódico secuestrado de inmediato en los quioscos, ni a sus redactores que fueron encarcelados. Serían precisas una indiscreción del New York Times y las intervenciones de Jean Paul Sartre y de Bertrand Russel para que los dos periodistas fueran puestos en libertad al cabo de cuatro meses y medio. Pero la polémica prosiguió a puerta cerrada, no sin perturbar las actividades de los servicios secretos israelíes”.

En 1993 se hizo histórico el apretón de manos entre Isaac Rabin y Yaser Arafat ante Bill Clinton dando pie a los llamados acuerdos de Oslo, un primer fruto de la conferencia de Madrid. Y si los acuerdos de Camp David le costaron la vida a Sadat, estos supondrían el fin de Rabin, asesinado por un joven radical israelí. Fue Bill Clinton quien recluyó a Arafat y Ehud Barak en aquel entonces para que llegaran a un acuerdo regresando la violencia tanto en las calles palestinas como israelíes. Israel ha mantenido guerras con países árabes en 1948, 1956, 1967 y 1972, ocupando partes del Líbano hasta su retirada por la presión de Hezbollah en el año 2000, y la OLP fue expulsada de Beirut (donde más de la mitad de los palestinos viven en alguno de los doce campamentos de refugiados creados allí) en 1982 con tres semanas de intensos bombardeos y con ayuda de la presión internacional, el ejército israelí permitió la salida hacia Túnez de las guerrillas de la OLP y entre ellos marchó Arafat. Y un 14 de mayo de 1948 se crea el estado israelí con una firma de su presidente David Ben Gurión. El barón Edmond de Rothschild se había apresurado a referir a Ben Gurión una confidencia que el redactor del Sunday Times Charles D. Hamilton acababa de oír de boca de Nasser sin cuestionario previo en el transcurso de una entrevista.

–Si Ben Gurión y yo quedásemos encerrados juntos en una habitación, estoy convencido de que llegaríamos a una solución pacífica del conflicto árabe-israelí.

Tanto Menahem Begin como Isaac Shamir llegaron a ser primeros ministros israelíes liderando en los años cuarenta el Yrgun y el Lehi, grupos responsables de numerosos ataques terroristas, entre ellos, el asesinato en 1948 del conde sueco Folke Bernadotte enviado especial de la ONU. En 1967 y 1948 los árabes fueron derrotados por Israel llegando los palestinos a la conclusión de que tan solo con su esfuerzo propio podrían alcanzar la meta de convertirse en una nación, siendo entre las masas palestinas tanto Ahmed Yassin como el propio Arafat en ocasiones rivales y en otros aliados, con un Yassin líder espiritual de Hamás que tenía la llave para controlar a los radicales. ¿Hemos vuelto a la Historia o como apuntaba Gironella estamos ante un problema de territorialidad y no religioso?