Un minuto

La sequía en Cataluña

José María Echevarría

José María Echevarría

Mientras aquí el agua nos sobra, en el puerto de Barcelona anuncian, me cuenta Oriol, que ya no repostarán de agua a los trasatlánticos que hagan escala. Hasta ese punto llegan las restricciones de agua potable a que se ven sometidos gran cantidad de los ocho millones de catalanes por la persistente sequía. Las fotografías del embalse del río Ter en Sau, provincia de Barcelona, en el centro de Cataluña, en que lo vemos casi seco, con toda la edificación al aire de una iglesia que acabó sumergida, impresionan. Además, este invierno está siendo exiguo en nieves, con lo cual los aportes del deshielo desde los Pirineos poco van a remediar la situación. Y más conmueve saber que por el sur circula el Ebro a tope de agua. Ahora vuelve a hablarse del trasvase de aguas del Ebro, proyecto iniciado en 2008 pero paralizado desde Tarragona a Olérdola por la oposición de Aragón y porque la sequía remitió en 2009, como informa La Vanguardia en el ejemplar del lunes 29 de enero. También sale a relucir la conexión con el Ródano, desde el sur de Francia. Hay plan para ampliar la desalinizadora de Blanes. Sé de la llegada a puerto de enormes barcos cisternas con agua potable traída de vete tú a saber de dónde. Este sí que es un problema serio que afecta a una parte de España, sea Cataluña, sin olvidarnos de Andalucía.