Silvia Rábade | Músico y miembro del grupo Escuchando Elefantes

“A veces escribes una canción y haces un cuadro en tu cabeza”

“Los problemas vienen de la falta de balance; el amor es lo único en lo que no se necesita”

Silvia Rábade y Carlos Tajes, de Escuchando elefantes.   | // LA OPINIÓN

Silvia Rábade y Carlos Tajes, de Escuchando elefantes. | // LA OPINIÓN / Enrique carballo

Enrique carballo

Silvia Rábade (A Coruña, 1986) forma junto con Carlos Tajes el dueto de folk-rock Escuchando Elefantes. Mañana a las 20.00 horas presentan en el Teatro Colón su último disco, ¿Por qué siempre cantáis en inglés?, en el que pasan de este idioma al español.

Es el primer disco en este idioma, pero sus primeras canciones ya eran en castellano.

Cuando empezamos a tocar en 2006 teníamos todo el repertorio en castellano. Pero hasta 2011 no grabamos ningún disco, y fue en esa época en la que pasamos de castellano puro, a mezcla y luego a inglés puro. Ahora nos está pasando a la inversa, estamos en una mezcla de ambos idiomas. Al principio nos parecía raro mezclar, pero ahora nos parece natural. Puedes no entender lo que dice una persona cuanto canta, pero sí la energía de la canción.

¿Se pasaron al inglés por la influencia de lo que escuchaban?

Siempre fuimos muy de música de los 60 o 70. Yo desde pequeña escuchaba a Simon y Garfunkel, y a Carlos también le gustaba mucho. Pero tengo unas raíces musicales de Silvio Rodríguez o Aute, y al final escuchas de todo. Creo que la influencia fue más porque en ese momento estaba estudiando Filología Inglesa, y mi doctorado y tesis fue en estudios irlandeses. Y escuchando música irlandesa y por algún viaje, nos arraigamos a la tradición del folklore irlandés contemporáneo.

¿Y tiene influencias literarias?

Leo mucho, pero no noto que haya metido mucho esa influencia. Me dejo más influir por el tema visual. Me gusta mucho el arte pictórico y cuando escribo una canción o la canto, el 90% de las veces me estoy imaginando cosas. Hay una canción en la que no digo nada de un hospital, pero me imagino una persona en un hospital mirando hacia afuera. Cuando escribes una canción a veces haces una película o un cuadro en la cabeza.

¿Es escena tiene que ver con sus problemas de salud en 2017?

Esa en concreto no, es de antes, somos un poco premonitorios (ríe). Este último disco sí tiene algo de esos momentos, no tanto del hospital en sí como de la superación. Cómo a veces te hundes pensando en lo malo pero te sirve para mucho. Hacemos mucha referencia a los extremos y cómo deberíamos llegar idealmente al medio para sentirnos bien.

¿En el tema personal, o también en el social y político?

¡En todo, en todo! En la vida, las relaciones, el trabajo... Los problemas que tenemos muchas veces vienen de la falta de balance. Mucha diversión también es mala, mucho amor... Bueno, en el amor es lo único en lo que no hace falta balance (ríe).

¿Han podido tocar en la calle, con el coronavirus?

No se nos ocurre, con el bichillo. Y tampoco hemos tenido mucho tiempo. En 2020 hemos estado grabando. Hemos tenido suerte, hemos tenido unos cinco conciertos y estamos agradecidos.

Ya presentaron el disco en Madrid, ¿qué significa para ustedes hacerlo ahora en A Coruña?

Es la primera vez que tocamos aquí tras la pandemia. Lo intentamos desde 2020, antes del de Madrid, pero se tuvo que posponer. Presentas disco y te hace falta tocar en casa.

¿Cómo se coordinan?

Si uno de los dos no está a gusto con algo, no se hace. La base de Escuchando Elefantes es que todos tenemos que estar a gusto.