Un trasplante hepático en China, por unos 130.000 euros y con un órgano que supuestamente procede de un ejecutado. El turismo de trasplantes encuentra en el gigante asiático un escenario alternativo al sistema sanitario español. Lo destapaba ayer un diario de tirada nacional y provocó el inmediato revuelo en instancias políticas.

El PP va a pedir hoy la comparecencia en el Congreso de la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, para que informe sobre estos trasplantes que la oposición califica de "fraudulentos" y pide que se tomen medidas para que estas intervenciones "prohibidas" no se repitan.

En España se realizan todos los años mil trasplantes hepáticos, lo que no impide que el pasado año 127 pacientes murieran mientras esperaban.