El presidente de EEUU, Barack Obama, emitió ayer una proclama que prohíbe la entrada en el país de quienes violen gravemente los derechos humanos, entre otras medidas para castigar a los autores de atrocidades o crímenes de guerra.

Además, en una directiva complementaria, el presidente norteamericano ordena también crear un comité para la Prevención de Atrocidades con representantes de diversos departamentos gubernamentales, que empezará a funcionar en un plazo de 120 días y que tendrá como misión facilitar que EEUU pueda impedir actos de violencia a gran escala.

En su proclama, Obama indica que "el respeto universal a los derechos humanos y el derecho humanitario y la prevención de atrocidades en el mundo promueve los valores de EEUU y los intereses fundamentales de nuestro país, al contribuir a garantizar la paz, promover el Estado de derecho y combatir la delincuencia". En esta prohibición se podrán incluir excepciones por razones de seguridad nacional, puntualiza el texto.

Según el presidente, "66 años después del Holocausto judío y 17 después de la guerra civil en) Ruanda, EEUU aún carece de un marco político exhaustivo y de un mecanismo para prevenir y responder a las atrocidades masivas y al genocidio".