La detención de un fotógrafo cuando cubría el pasado domingo la llegada a Vigo de los medallistas olímpicos gallegos -que la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra justifica por la supuesta agresión a un policía- ha suscitado abiertas críticas tanto de colectivos profesionales de periodistas como de grupos políticos.

El fotógrafo detenido, Rafael Estévez, no aceptó ayer el acuerdo de conformidad que daría pie a un juicio rápido, tras comparecer en un juzgado de Vigo. De este modo, las diligencias abiertas serán ahora trasladadas a un juzgado de instrucción o penal en función de la calificación de los hechos que haga la Fiscalía.

El fotoperiodista del Diario de Pontevedra fue detenido durante la multitudinaria recepción en el aeropuerto de Vigo a los atletas que regresaban de las Olimpiadas de Londres en el aeropuerto de Peinador, donde fue sacado en volandas por los agentes y retenido durante varias horas en la comisaría viguesa.

La Subdelegación del Gobierno en Pontevedra emitió ayer un comunicado en el que señala que un agente de policía tuvo que recibir asistencia tras recibir un cabezazo e insiste en que las Fuerzas de Seguridad "no interfirieron en el trabajo de los medios de comunicación".

Sin embargo, numerosos colectivos profesionales de la prensa gallega criticaron lo que consideran "desproporcionada" actuación policial en la detención. El Colexio Profesional de Xornalistas de Galicia expresó su "profunda indignación" por la detención del reportero "cuando hacía su trabajo" e indica que todos los que han visto las imágenes de la detención" coinciden en denunciar el "uso desproporcionado de la fuerza, la humillación innecesaria contra un ciudadano que quizá cometió un delito, no contra un atracador armado". También el Sindicato de Xornalistas y la Asociación de la Prensa de A Coruña se han unido a las críticas sobre la "desproporcionada" actuación policial. Unas 150 personas se concentraron en Pontevedra como protesta.