Las personas mayores desean vivir en su hogar el mayor tiempo posible y así lo recomiendan los profesionales de la gerontología y la geriatría. Sin embargo, el envejecimiento conlleva diferentes grados de dependencia, de manera que el mayor que vive solo necesita cierta atención para asegurar su calidad de vida y evitar las situaciones de riesgo. Por su parte, los familiares respetan la autonomía de sus mayores pero quieren saber que sus seres queridos se encuentran bien y disponen de medios que los protejan. Para dar respuesta a estas necesidades, un grupo de investigadores de la Universidade de Santiago ha diseñado un pionero sistema de teleprevención que a través de sensores inalámbricos colocados en puntos estratégicos de la vivienda proporciona información continua de la persona que vive en ella.

De esta manera es posible saber si una persona que vive sola ha comido, si no se ha levantado de cama, si no ha vuelto a casa, si ha acudido demasiadas veces al cuarto de baño o si ha entrado un intruso en la casa, entre otras cuestiones.

El sistema pionero e innovador Miavizor, desarrollado y patentado por la Unidad de Investigación en Psicología del Consumidor y Usuario de la USC, ya ha sido instalado y probado en 25 viviendas de Santiago, dentro de un proyecto piloto realizado por el equipo investigador y la Consellería de Traballo e Benestar a través de la Secretaría de Política Social. Ahora la Administración autonómica extiende el programa a 500 nuevos usuarios de 141 municipios rurales de las provincias de Ourense y Lugo, de manera que en diciembre de este año llegue a 250 beneficiarios y en 2015 al medio millar.

El programa Miavizor garantiza la atención a las personas mayores que viven solas sin necesidad de que suceda una urgencia y ahí radica la principal diferencia con los sistemas tradicionales de teleasistencia, que requieren que el usuario apriete un botón en caso de emergencia. "Hace más de cuatro años el Consorcio do Benestar nos encargó evaluar el servicio Xantar na Casa para controlar el correcto consumo semanal de comida y, más tarde, Cruz Roja nos solicitó la evaluación de su programa de teleasistencia", explica Jesús Varela Mallou, responsable de este sistema. Fue entonces cuando detectaron las limitaciones de los programas existentes, de los que se beneficiaban miles de mayores gallegos. "En situaciones de estrés o desfallecimientos, el usuario o no llevaba el colgante o no podía utilizarlo, porque se olvidaba o porque sufría demencia senil", explica Varela Mallou.

A partir de ahí, el grupo de la universidad compostelana se puso a trabajar en una herramienta que diese respuesta a los problemas a los que la teleasistencia no llegaba. "Aspirábamos a que fuese el propio sistema el que aprendiese los hábitos de vida del mayor y, definiendo unos estándares, fuese capaz de detectar cualquier anomalía". Unos sensores acoplados al frigorífico en cada tupper y al microondas sirvieron para confirmar que cada plato del servicio Xantar na Casa fuese consumido en el día, no se le quedase demasiado tiempo en la nevera o si la temperatura de calentamiento era la adecuada. Eran los primeros pasos de la teleprevención y del sistema Miavizor.

La tecnología se basa en la domótica y consiste en la instalación de siete sensores que monitorizan la vivienda del dependiente y trasnmiten vía analógica -a través del teléfono convencional-, ADSL o GPRS mediante una caja de comunicaciones o pasarela al Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga), donde los datos son filtrados para determinar potenciales situaciones de alarma. Previamente, durante unos quince días, los perfiles y hábitos del usuario se han estudiado para determinar posibles situaciones anómalas.

Este sistema de teleprevención no requiere que la persona mayor tenga que realizar nada para ponerlo en funcionamiento. Además es inocuo, fácil de instalar (en unos 20 minutos) y "preserva la intimidad del mayor, ya que no graba imágenes ni sonidos, pero es capaz de avisar de los riesgos potenciales, ya que contiene más de cien indicadores de peligro", explica Varela Mallou. Y es que cualquier modificación en los hábitos de la persona puede indicar de un problema futuro o de que aumenta el grado de dependencia. Además, un botón con colgante también puede ser empleado por el mayor para advertir de que se encuentra ante una urgencia.

La información que recaban los sensores está disponible en la web de Miavizor, a la que familiares y cuidadores pueden acceder mediante una clave confidencial.

Un servicio clave que proporciona esta innovadora tecnología de teleprevención es la posibilidad de que profesionales de diferentes administraciones y entidades compartan información sobre el usuario de los diferentes programas de asistencia, algo que en la actualidad no sucede porque dependen de administraciones diferentes y proyectos con objetivos variados. "Trabajadores sociales de ayuntamientos, de la administración autonómica y de entidades como la Cruz Roja pueden compartir información en el muro de la web www.miavizor.es", explica Varela.

La iniciativa está gozando de gran acogida entre profesionales y familiares de personas que viven solas. A los mayores no les gusta mucho, en un principio, "se sienten vigilados, pero en cuanto se le explica que no se les está invadiendo su intimidad y que lo que se pretende es proporcionarle seguridad lo entienden mejor", dice este investigador de la Universidade de Santiago y responsable de este sistema.