Pese a que los alumnos que vayan a estudiar en una escuela oficial de idiomas notarán un incremento de 24 euros en su matrícula cuando empiece el próximo curso (hasta los 105, según datos de la Xunta), las tasas de estos centros dependientes del Gobierno gallego son casi simbólicas si se las compara con las cifras que tienen que abonar los que opten por mejorar sus competencias lingüísticas en los institutos de lenguas modernas que gestionan las tres universidades.

Aunque las tres instituciones regulan de modo diferente -sobre todo en lo que respecta a horas- las aulas que ofrecen de lenguas como el inglés, el francés, el alemán o incluso el chino, se puede comparar el coste por hora. En ese aspecto, las materias impartidas en una escuela oficial de idiomas le salen al estudiante por poco más de 0,80 euros la hora, ya que se trata de cursos -al menos los estándares- con una duración de 130 horas y un coste de 105 euros.

Las universidades no pueden permitirse un precio tan competitivo. El precio por hora más elevado correspondería al Centro de Linguas de la Universidade da Coruña, donde las tarifas, medidas por esa unidad de tiempo, multiplican casi por siete las de las escuelas oficiales de idiomas, al llegar a 5,53 euros la hora. Porque en A Coruña, los cursos se imparten por 30 horas y con un coste de 166 euros para personal ajeno a la institución. En cambio, si el que estudia es un miembro de la comunidad educativa coruñesa, es más económico: 125 euros, es decir, 4,16 euros la hora.

Las otras dos universidades, Vigo y Santiago, también ofrecen descuentos a sus estudiantes. Pero aquellos que no pueden disfrutarlos tienen que abonar, en el caso de Vigo, la segunda más cara de entre las tres, 4,54 euros por hora. La más barata sería la universidad compostelana. Sus cursos anuales, de 80 horas, cuestan, para miembros no universitarios, 350 horas, lo que supone 4,3 euros la hora -3,75 para la comunidad universitaria-. Incluso así quintuplican el coste de las escuelas oficiales.