Ya no se puede asociar el perfil del toxicómano al del heroinómano. Al menos no de forma exclusiva, ya que alcohol es la principal causa de desintoxicación de cuatro de cada diez adictos, según el informe de 2012 del Observatorio Proyecto Hombre elaborado con los datos de 2.910 pacientes de la asociación, del que se desprende, además, que las adicciones en España son un fenómeno social urbano, masculino y adulto.

Según este estudio, realizado en colaboración con la Obra Social La Caixa y financiado por el Plan Nacional Sobre Drogas, el adicto al alcohol es un varón casado, de una media de edad de 42,7 años y que lleva 19 bebiendo antes de iniciar el tratamiento.

Este sería uno de los cuatro perfiles de drogodependiente que Proyecto Hombre ha identificado en función de la sustancia consumida: alcohol (41,7%) cocaína (31,4%), heroína (5,1%) y cannabis (7%). En todos los casos, la mayoría de los pacientes son hombres y solo un 9% son mujeres.

El segundo perfil corresponde al consumidor de cocaína, un varón de 33 años de media y soltero. La mitad conserva su empleo, pero es el grupo en el que más divorcios y rupturas se producen.Tarda 11,5 años en iniciar el tratamiento.

Los heroinómanos y politoxicómanos -el estudio los engloba a los dos al entender que tienen características similares- son el tercer gran grupo de consumidores (5,1 y 12%, respectivamente).

Su edad media es de 35 años y son los que más sufren la indigencia o viven en medios protegidos, como albergues. A su vez, son los que presentan mayor porcentaje de delitos cometidos. Un 65% de los heroinómanos ha cometido algún delito desde que se encuentra enganchado a esta sustancia, un porcentaje muy superior al del conjunto de drogadictos (25%). Este grupo concentra la mayoría de los casos de VIH y hepatitis C.

Por último, según el estudio de Proyecto Hombre sobre los nuevos adictos a las drogas en España, el cuarto perfil es el consumidor de cannabis, el más joven de todos, con 26 años de media, aunque la edad de inicio en el consumo es a los 15 años. Nueve de cada diez son hombres solteros y viven con sus padres. Perciben sus ingresos de la familia y amigos.