La crisis económica en Europa, que aumenta la intensidad del trabajo y la inseguridad en el empleo, está provocando graves consecuencias sobre la salud de la población. Esta es una de las consecuencias a las que han llegado un grupo internacional de expertos reunidos ayer en la Universidade de Santiago, que recomiendan a los responsables políticos que tengan en cuenta los costos sociales de las medidas políticas y laborales ya que aseguran que el fuerte incremento del desempleo está favoreciendo la aparición de enfermedades, sobre todo mentales.