El conselleiro de Educación asegura que este curso no se producirá un descenso del número de profesores y que la universidad no puede quedar al margen de los sacrificios que se piden a la sociedad y a la administración pública.

-Acaba de inaugurar el curso universitario y ha tenido que escuchar las quejas de los rectores sobre la falta de recursos y la necesidad de financiar la investigación aunque no sea tan rentable. ¿Comparte esta opinión?

-Por supuesto. Tenemos que desarrollar un sistema de investigación potente y las universidades forman la parte más importante de él.

-¿Más fondos públicos o la receta pasa por buscar más recursos privados?

-Son compatibles. En un momento de grave crisis en el que día tras día estamos pidiendo sacrificios a toda la sociedad y a la administración, la universidad no puede quedar fuera del sacrificio. Probablemente sería bueno que dispusieran de más recursos públicos, pero en España con carácter general, todavía recibe muy pocos fondos del sector privado, probablemente por la desconfianza del sector privado ante la universidad.

-En este contexto, tampoco parece probable que los fondos públicos se vayan a incrementar.

-Es muy difícil. Estamos intentado contener la situación y en Galicia este año se incrementaron en tres millones de euros los fondos destinados I+D. Para afrontar el proceso de recuperación en España es necesario contener el gasto público y la administración es la primera que está notando la falta de ingresos, pero la Xunta está haciendo todo el esfuerzo posible para que la universidad quede en parte salvaguardada de lo que es la dificultad económica que con carácter general está sufriendo la administración.

-¿Cuál cree que debería ser la proporción adecuada entre recursos privados y públicos para sostener la universidad?

-El porcentaje de recursos públicos se ha incrementado en los últimos años del 78% al 82%, aproximadamente, mientras que la parte privada ha disminuido. Pero no creo que debamos dar una cifra exacta sobre la proporción que corresponde a cada sector. No es cuestión de cifras, sino de que exista mayor implicación de la sociedad con la universidad. En la medida en que estas se muestren como más eficientes con los recursos públicos, también la sociedad lo va a percibir como tal y se incrementará el nivel de confianza.

-Pero mientras dure la crisis, que va para largo, pocas perspectivas hay de que las empresas se vuelquen con la universidad.

-Ahí está el problema, la crisis a la que nos llevaron hace seis o siete años. Esta recesión afecta a la administración y a toda la sociedad en general, a la que le estamos exigiendo esfuerzos. A todos nos gustaría volver a la bonanza de 2005 y 2006, pero en aquellos años se hicieron muchas cosas con mucha ineficiencia y hubo muchos programas con gran gasto público que no provocó un cambio en el modelo productivo. Pero ahora estamos en momentos muy duros y eso nos puede pasar factura como las protestas que hubo hoy (por ayer).

-¿Son las universidades conscientes de la situación?

-Creo que lo son, pero el problema es que su modelo de gobernanza es muy difícil. Hay muchos grupos de interés dentro de las universidades, mucha presión y conflictos e intereses dispares y entonces puede parecer más fácil exigir a la administración apelando al mismo tiempo a la autonomía. Esto a veces no casa en los discursos, lo de solicitar mayor autonomía y a la vez que se incremente la dependencia de la administración pública. Tenemos que actuar son suma transparencia y dar cuentas a la sociedad. Eso lo entienden los rectores, pero muchas veces el modelo de gobernanza lo dificulta.

-La congelación de las tasas universitarias, ¿cuánto durará?

-Nuestra apuesta durará mientras la sociedad necesite de la administración para acceder a la enseñanza superior.

-¿Este año las protestas de inicio del curso serán más intensas?

-No deberían serlo. El inicio se está produciendo con tranquilidad y prevemos que sea un curso que se desarrolle con total normalidad. Otra cosa es la intención de meter siempre la política y tratar de destruir lo que tenemos de positivo.

-¿Se reducirá el número de profesores este año?

-No.

-¿Será el mismo número?

-Se está produciendo todavía movimiento de matriculaciones y una variación de dos o tres alumnos puede provocar una aula más o una menos o encontrarnos con alumnos con necesidades especiales. Lo que sí es cierto es que el profesorado no disminuirá este año. Por ejemplo, en Infantil y Primaria habrá 51 unidades más, lo que supone como mínimo 30 docentes más. Siempre dijimos la verdad. Nunca hubo despidos, sino ajustes por jubilaciones y gracias a esa eficiencia podemos seguir con inversiones.

-Con el cambio de la normativa de los comedores escolares, ¿son muchos los alumnos que ahora tendrán que pagarlo?

-No. Hicimos un cambio mucho más solidario y justo que busca también eliminar ineficiencias, desigualdades e incluso fraude que se daba con el anterior decreto. Quien pueda, debe participar en parte en su totalidad en el pago del comedor para permitirnos poner en marcha en esta legislatura otras 10.000 plazas de comedor. Pero el 70% aproximadamente, no pagará o solo pagará un euro.

-¿Funciona correctamente el Plan Abalar?

-Este año se cubrirán 5.000 nuevas plazas y se llegará a 49.000 alumnos que tendrán el material Abalar, que es una estrategia global TIC como nunca la hubo en el modelo educativo gallego.

-¿Cómo van las negociaciones con las empresas por renunciar a construir dos edificios de la Cidade da Cultura?

-Es un proceso lento pero están muy avanzadas.