El papa Francisco celebró el pasado sábado un multitudinario acto con familias de más de 75 países y con un admirador inesperado. Un niño subió al escenario situado ante la Basílica de San Pedro para abrazar al Pontífice. Todos los intentos para que el pequeño volviera a su sitio, a pie de escenario, fueron infructuosos; así que el Papa tuvo que saludar a sus fieles, y pronunciar su discurso, junto al pequeño.