Repite al frente de uno de los departamentos más sensibles de la Xunta, el que define el apoyo a los mayores y los jóvenes, las familias con hijos, las personas en riesgo de exclusión y los ciudadanos con algún tipo de discapacidad. José Manuel Rey Varela (Ferrol, 1975) asume como el principal reto de esta legislatura la consecución de un gran pacto político y social de impulso demográfico. El responsable de las políticas sociales del Gobierno gallego hace especial hincapié en la importancia de favorecer la conciliación para que la curva poblacional no siga desplomándose y avanza su intención de sacar adelante una ley en la que se aborden los horarios de trabajo.

-Hace una semana anunció en el Parlamento que su departamento contará en 2017 con un presupuesto de 643 millones de euros. La oposición criticó esas cuentas, al considerarlas "insuficientes" para "hacer frente a la situación social" de la comunidad.

-Siempre se pueden defender mayores importes económicos para destinar a la política social, pero hay un dato objetivo, y es que el presidente Feijóo creó la Consellería de Política Social para dar un impulso social después de una dura crisis macroeconómica. Por eso las cuentas del año 2016 ya suponían un incremento importantísimo, superior al crecimiento presupuestario de la comunidad autónoma y también al crecimiento del PIB. Y las de 2017 continúan la misma senda. Estamos hablando de la cantidad más alta que se ha destinado nunca en Galicia a política social, muy por encima de las cifras de 2009.

-En esa comparecencia parlamentaria aseguró que uno de los principales retos de esta legislatura es "la consecución de un gran pacto político y social de impulso demográfico".

-Llevamos cuarenta años de crecimientos negativos en cuanto al saldo de la natalidad, y poca natalidad supone un deterioro de las políticas de familia y de cuidado a nuestros mayores. Tradicionalmente, la familia era el entorno donde se producía el cuidado de los pequeños y de los mayores, pero estamos en un momento social diferente, donde una parte importante de ese cuidado recae en la Administración, y este reto social esconde un reto económico que también tenemos que afrontar. Con la misma proyección de natalidad y migración de los últimos tiempos, en el año 2050 Galicia tendría solo 1,7 millones de habitantes. Por eso el impulso demográfico tiene que ser un objetivo ya no de una legislatura, ni de un gobierno, sino de todos los gallegos.

-En enero se pondrá en marcha el Observatorio Demográfico, del que saldrá una Ley de Impulso Demográfico y Mediación Familiar. ¿Cuáles serán sus principales funciones?

-El Observatorio pretende fomentar la integración de diferentes visiones que enriquezcan y que vayan más allá de una legislatura: investigadores universitarios, sindicatos, empresarios? El objetivo es lograr un consenso social que tiene que completarse con un acuerdo parlamentario en temas en los que, entiendo, debemos dejar las siglas a un lado.

-¿Cree que será fácil lograr ese acuerdo parlamentario?

-Soy optimista con respecto a esta cuestión. A pesar de que el reto demográfico trasciende a la Administración, no podemos seguir mirando hacia otro lado. Y de nada vale una ley que se haga ahora y que acabe convirtiéndose en un caballo de batalla.

-¿Se probará esa ley en esta legislatura?

-Los planes demográficos de una legislatura nunca han funcionado. Francia, por poner el ejemplo de un país muy cercano, tiene planes demográficos desde los años 30. Las diferentes repúblicas y gobiernos que han pasado por el Eliseo han mantenido esa política, y gracias a eso el país tiene ahora unos niveles de natalidad muy aceptables en comparación con los del conjunto de España, porque este problema ha dejado de ser exclusivo de Galicia.

-¿Qué medidas concretas prevén incluir para combatir la sangría demográfica?

-Para hablar de medidas concretas habrá que esperar a lograr ese consenso, pero hay dos bloques en los que puede llegar a haber una coincidencia razonable. El primero es el económico, con ayudas directas y desgravaciones fiscales, para que aquellos ciudadanos que contribuyen a avanzar en la recuperación demográfica puedan cubrir las necesidades evidentes que tiene una familia cuando nace un niño. Y el segundo bloque es el de la conciliación. Para que la curva poblacional no siga desplomándose es imprescindible favorecer la conciliación.

-En la anterior legislatura pusieron en marcha iniciativas como la Tarxeta Benvida, el Bono Coidado o las casas nido, ¿habrá otras?

-Implementaremos los recursos de conciliación que ya existen en la comunidad autónoma: las escuelas infantiles, donde superamos la ratio de plazas recomendada por la Unión Europea (UE); el Bono Concilia, para garantizar que la lista de espera puede ser reabsorbida; las casas-nido del ámbito rural, siendo el objetivo de esta legislatura que no haya ningún concello de Galicia sin un recurso público de conciliación; y el Bono Coidado, que supone el cuidado de niños en el domicilio y que copiamos del servicio de ayuda en el hogar para mayores.

-¿El horario laboral, uno de los grandes problemas para conciliar, se abordará?

-Ahora mismo no puedo hacer propuestas concretas, pero tenemos que poner este tema sobre la mesa. Son múltiples las causas que inciden en la natalidad, en la decisión libre de una pareja o de una mujer a la hora de tener una familia, y una de ellas es la conciliación personal y laboral. Por tanto, los horarios tienen que estar presentes en la futura ley, al igual que la discriminación laboral, que con el cambio de modelo de sociedad se ha acentuado.

-El Consello Económico e Social (CES) cifra en 3,06 las plazas de residencias en Galicia por cada 100 mayores de 65 años, por debajo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Subirán en esta legislatura?

-Es una evidencia que hay problemas para que mayores que lo necesitan puedan acceder a una plaza pública en una residencia. Tenemos una lista de espera elevada, muy diferente dependiendo del entorno, por eso en nuestro programa electoral incluimos ese compromiso, el más ambicioso en materia de mayores de los últimos tiempos, que se sintetizaba en siete nuevas residencias en las áreas urbanas, incluida la de A Coruña.

-¿En este último caso, dónde se ubicará y qué tipo de gestión tendrá esa nueva residencia de mayores?

-Estamos trabajando para buscar las mejores ubicaciones posibles para esos nuevos centros, siempre de la mano de los concellos. Porque en el ámbito social, más que en ningún otro, la colaboración con los concellos es primordial.

-Habla de colaborar con los concellos, sin embargo, su Consellería mantiene una pugna institucional con el de A Coruña por la aplicación del copago en el Servizo de Axuda no Fogar Básico y en la Dependencia.

-Mi departamento siempre ha basado su actuación en la colaboración con los concellos incluyendo, por supuesto, al de A Coruña. Me puedo remitir a declaraciones del propio concello coruñés sobre su relación con la Consellería de Política Social, que han sido en algunos casos confusas, pero en otros muy claras. Lo que espero y deseo es que esa colaboración pueda estar siempre por encima de las diferencias, porque al final en el ámbito del cuidado de los mayores lo que debemos primar es eso, el cuidado de los mayores.

-¿En qué punto se encuentra ese conflicto?

-Existe una normativa autonómica y nacional que hay que cumplir, sobre todo teniendo en cuenta que al Concello de A Coruña mi Consellería le ha incrementado, muy considerablemente, la financiación para la ayuda en el hogar, concretamente por un importe de 600.000 euros anuales.

-¿Si no se aplica el copago que establece la ley, exigirán al Concello coruñés la devolución de la ayuda de casi 2,5 millones de euros que recibió en 2015?

-Francamente, espero y deseo que no tengamos que llegar a ese extremo, que el Concello de A Coruña complete esa red que tiene que completar y que haga las adaptaciones que tiene que hacer, porque nosotros respetamos la autonomía local dentro del cumplimiento de las normas.

-Durante la campaña de las últimas autonómicas el PP se comprometió a realizar "obras de mejora" en tres escuelas infantiles coruñesas dependientes de su departamento: Eirís, O Ventorrillo y Santa María de Oza (Barrio de las Flores). ¿Cuándo se acometerán?

-El objetivo es reformar todas en esta legislatura, pero es fundamental poder contar con la financiación del cumplimiento del déficit. Y, en este momento, no disponemos de ese calendario.

-La comunidad del centro de educación especial María Mariño (antiguo Santiago Apóstol) también lleva tiempo demandando mejoras en un inmueble con muchos problemas. ¿Tienen previsto alguna actuación en este centro?

-Ya estamos acometiendo algunas mejoras en este centro, y prevemos realizar más. En el ámbito de la discapacidad, tenemos una deuda pendiente con la ciudad de A Coruña.

-Atender a las personas con discapacidad y a una población envejecida es un reto hasta ahora no resuelto por falta de presupuesto para la ley de dependencia. Diez años después de la puesta en marcha de esa normativa estatal, ¿cuál es su balance? ¿Ha sido un proyecto demasiado ambicioso?

-La ley de la dependencia es ambiciosa, pero nació sin una memoria económica y a continuación vino una crisis, por lo que no ha habido una expansión de las cuentas públicas para ir incorporando las necesidades económicas que planteaba esa normativa. Y ya no solo es que nazca sin financiación, sino que no permite que la financiación de las administraciones crezca en los siguientes años, que sería la manera de suplir esa carencia inicial.

-En la actualidad, hay unos 48.300 gallegos con prestaciones y más de 79.000 solicitudes...

-En Galicia se han dado pasos importantes. En el año 2009, al inicio de la primera legislatura del presidente Feijóo, había 15.000 gallegos en el sistema de dependencia, en este momento estamos en 48.000 y el objetivo para el próximo año es consolidar los 50.000. Desde la Xunta, sin embargo, tenemos que hacer una demanda al Gobierno central, y es que cumpla la financiación al 50% que establece la ley. Estamos en un periodo de recuperación de las cuentas públicas en España, y esta cuestión la pondremos encima de la mesa en las reuniones sectoriales que convoque el Ministerio de Sanidad y Política Social para abordar la ley de dependencia.