La Opinión de A Coruña

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Fallece Cristina Mariño, directora de marca de Roberto Verino, e hija del diseñador

La empresaria había tomado el pasado año las riendas de la empresa que fundó su padre, y residía en Barcelona, donde vivía y se trataba de la enfermedad que se complicó

Cristina Mariño en un acto solidario celebrado este año. | // IÑAKI OSORIO

Cristina Mariño, directora de marca de Roberto Verino e hija de este conocido diseñador y empresario natural de Ourense, falleció ayer a los 52 años de edad, tras perder la batalla contra un cáncer, contra el que llevaba ya tiempo tratándose y que, según fuentes próximas a la familia, se complicó de forma irreversible en las últimas semanas. De hecho la directiva, casada y madre de tres hijos, falleció en Barcelona, donde residía hace unos años y se trataba de una enfermedad que no pudo superar.

Roberto Verino este junio, en su acto de ingreso en Real Academia Galega de Belas Artes. | // BRAIS LORENZO

La noticia creó consternación en la comarca de Verín de la que es natural la familia y en la que sigue teniendo su taller Roberto Verino, en el mundo de la moda y la sociedad en general, y se producía apenas unos meses después de que Cristina, la hija mayor del diseñador, asumiera la dirección de la marca, en la que llevaba trabajando desde su juventud, pues como ella misma declaró, estaba vinculada a la empresa familiar desde muy joven.

“Yo trabajaba ya en una tienda de Verino en Madrid de la calle Claudio Coello, mientras realizaba mis estudios” explicó la propia directora de marca de la firma cuando se dio a conocer su nombramiento.

Cristina era la hija mayor de Roberto Verino, quien tiene otro hijo, José Manuel. Había trabajado al frente de la firma que fundó su padre desde hace 25 años, durante los cuales se fue curtiendo, y adquiriendo experiencia y nuevas competencias profesionales, siempre desde la discreción y sencillez que caracteriza a la familia Verino, hasta que, en la década de los años 90 pasó a ocupar su primer cargo como directora de marketing.

El último relevo en la empresa se producía el pasado año, tras la pandemia, cuando Manuel Roberto Mariño Fernández, (Verín, Ourense, mayo de 1945) nombre de pila de Roberto Verino, decidió dividir la dirección del grupo en dos, dejando a su hija Cristina como directora de marca, y a Dora Casal, una ejecutiva del sector de la moda que había estado en Adolfo Domínguez, como directora ejecutiva. El diseñador sigue a sus 77 años pleno de ideas, como director creativo de la firma.

Ayer se esperaba un comunicado oficial de la empresa, ante el interés y afecto demostrado por personas de la vida política, social y empresarial, vecinos, familiares y amigos en general, por saber si habrá algún acto oficial de despedida de Cristina Mariño, en el municipio en el que nació la hija y ahora encargada del relevo de una de las familias más queridas de la comarca, y que más han divulgado el nombre de Verín por el mundo, a través de una empresa cuyos diseños llegaron a todo el mundo.

El “must have” de Cristina

Un mazazo para una familia icónica, en el 40 aniversario de la empresa

La triste noticia se produce el mismo año en el que la firma Roberto Verino, cumple sus 40 años en el mercado y tras afianzar la expansión de su marca a los mercados y pasarelas más prestigiosas. Esta noticia viene a ensombrecer un año de celebraciones para la familia, pues este pasado junio el empresario y diseñador Roberto Verino vivía otro momento significativo en su multipremiada carrera, con su ingreso como académico numerario de la sección de Artes da Imaxe de la Academia Galega de Belas Artes, acto que se celebró en el Auditorio del municipio ourensano de Verín, el topónimo que Roberto Verino utilizó como primer apellido y homenaje a su tierra y en el que participaron decenas de representantes de la vida cultural y política gallegas.

En unas declaraciones realizadas por la propia Cristina Mariño hace unos meses, tras tomar las riendas de la firma, y en el blog que ella misma había impulsado como vía de comunicación de la empresa, a la pregunta de cuáles serían sus deseos tras la pandemia declaró: “Después del momento que nos ha tocado vivir, mi deseo para este año y los que quedan, es que podamos seguir haciendo lo que nos gusta, disfrutando de ello y pudiéndolo compartir con nuestros seres queridos. Ahora más que nunca, compartir y vivir son dos must have” , señaló tomando, dijo, esa expresión del mundo de la moda que significa “lo que se debe tener” o lo imprescindible.

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